Capítulo 36

2K 274 134
                                    

-Orale chamacos ¿Cómo se dice?-

-Lamentamos haberlos secuestrado- Dijeron los estados al unisono.

-Y...-

-Y lamentamos haberlos molestado-

-YYY...-

-Y lamentamos haberte golpeado USA- Esto fue más a regaña dientes que otra cosa.

-Bien y más les vale no volver a hacer eso pinches huercos que si lo hacen de nuevo voy a...-México no pudo seguir regañando a sus hijos por que Rusia lo abrazó por detrás y lo levantó del suelo.

-No los regañes amor- Rusia escondía su rostro en la espalda del mexicano, lo cual hizo que muriera de ternura -Solo querían cuidarte, además nos divertimos mucho ¿No es así chicos?-

Aunque estas acciones en general empalagaban a los estados, no podían negar que era una muy buena técnica para que su padre se calmara. Era cierto que se habían divertido también, lamentablemente no habían podido terminar todos los retos, aún faltaban varios, pero Rusia prometió volver para completar cada uno de los retos y ¿Por qué no? Repetir alguno.

-Ta bueno pues... Los salvó el poste chamacos- Dijo México una vez más en el suelo. Al momento de separarse del abrazo, los estados aprovecharon para correr a abrazar a Rusia, quien a pesar de su gran tamaño, no pudo contra 32 estados y cayó al suelo. México reía por la escena, era lindo.

-So that means that I can come to visit you too? (Entonces, eso significa que yo también puedo venir a visitarte?- Preguntó USA recargándose en el hombro de su, nuevamente, mejor amigo.

-Siempre has podido gringo, yo no me freseo como TU comprenderás- Respondió el mexicano con cierto tono de burla.

-Stupid beaner-

-Pinche gringo-

_*_*_*_*_*_*

Una vez que las potencias se fueron, cada uno de los estados regresó a su respectivo territorio, no sin antes recibir un zape y un fuerte abrazo de su padre.

México igualmente regresó con CDMX y Edo. Méx. Estaba amaneciendo y todos necesitaban dormir, los chicos estaban por subir las escaleras cuando su padre los sentó a ambos en los sillones.

-Podrán culparse unos a otros para cubrirse entre ustedes, pero yo sé perfectamente que los únicos a los que se les podría ocurrir tremenda pendejada es a ustedes dos, así que hablen ahora...-

Ambos jóvenes desviaron la mirada, México no estaba enojado, para nada, se sentía muy orgulloso de que sus hijos se ayuden entre ellos, pero deben hacerse responsables de lo que hacen.

-La neta fui yo jefe, yo le dije a CDMX que estaría divertido secuestrarnos a los postes- Confesó Edo Méx.

-Nel, no es cierto, fui yo quien le dijo a los demás y pues orquestó todo el desmais-

-Lo sentimos- Dijeron al mismo tiempo los hermanos. México los disculpó y los dejó ir a dormir.

Al día siguiente, o más bien unas horas más tarde, México despertó temprano y dejó que los otros dos durmieran hasta tarde. Estaba cocinando cuando llamaron a la puerta, no esperaba a nadie, así que se le hizo raro que alguien lo visitara. Cuando abrió se encontró con un ramo de flores y un chileno frente a él.

-Quiero hablar contigo weon- Dijo Chile con seriedad. México lo dejo pasar y agradeció el regalo.

-¿España te dijo que vinieras?- Preguntó México.

-No, no le vi desde que ustedes echaron bronca-

-Oh- México sabía perfectamente a que venía, solo que no sabía que hacer ahora -Chile si vienes por lo mío con Rusia...-

Suficiente (Rusmex) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora