Capítulo 32

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Nuevamente les cubrieron los ojos, solo que esta vez lograron ver que se dirigían a una iglesia. Caminaron dentro del templo a ciegas hasta que los estados los detuvieron nuevamente. 

-Bienvenidos caballeros a mi hogar- Dijo Guanajuato -Siendo más específicos... ¡A DOLORES HIDALGO MIS HERMANOS!- 

Habían salido de otra iglesia, nuevamente fueron sorprendidos por la rapidez con la que llegaron a Guanajuato. Frente al templo había una estatua de Miguel Hidalgo sosteniendo el estandarte de la Virgen de Guadalupe.

-Creo que no es necesario que les diga que pasó aquí ¿o si?- Preguntó Edo. Méx. descubriendo los ojos de los extranjeros.

USA estaba impresionado, recordaba a la perfección el día en que le informaron del levantamiento armado de Nueva España en contra del Imperio Español. El ahora estadounidense sabía lo que era estar en una guerra de ese tipo, le hubiese encantado estar ahí cuando México nuevamente alzó sus alas y rompió sus cadenas, hubiese sido magnífico poder ver a ese guerrero pelear junto a su gente y sus hijos por la soberanía de su pueblo.

Por otro lado Rusia, admiraba el lugar, era realmente hermoso, hasta ahora, no había lugar en la región que no calificara de hermosa, las casas coloridas, las iglesias antiguas, su gente, los adornos que colgaban en las calles siendo fiesta o no, los diferentes climas... Es una nación hermosa sin dudas.

-HEY POSTES CAMINEN- Dijo Campeche -ORALE APURENSEN- Ambas representaciones siguieron caminando, estaban a las puertas de la iglesia y los hermanos subían hasta el campanario. Al llegar notaron que solo Guanajuato había entrado al campanario y los demás solo se quedaron en las escaleras.

-Van mijos- Dijo Querétaro -Guanajuato ya los esta esperando adentro. 

Ambas representaciones se miraron con dudas pero hicieron caso, había campanas de diferentes tamaños, algunas más antiguas que otras y Guanajato estaba junto a la más grande y más vieja de todas.

-Muy bien postes, primero que nada se me limpian esas manitas por que ni crean que con esas cochinas manos van a tocar a mis bebés- Guanajuato les pasó gel anti bacterial y unos pañuelos para secarse las manos -Bien, ahora si, lo que estoy a punto de mostrarles NO ESTA SUCEDIENDO AHORA ¿ENTENDIERON? Por ninguna situación, razón o circunstancia pueden soltarse, no importa lo que vean, si se sueltan les parto su mandarina en gajos ¿Entendieron?- Ambos extranjeros solo asintieron con rapidez, Guanajuato les pidió que colocaran sus manos en la campana y cerraran los ojos, así lo hicieron y de algún modo sintieron esa sensación de movimiento que te da cuando subes a un elevador, cuando esta sensación se detuvo, Guanajuato pidió que abrieran los ojos. 

Ambos extranjeros casi se desmayan de la impresión, no estaban ni en el campanario, ni en la iglesia, ni siquiera en Guanajuato. Estaban en Tenochtitlán, la ciudad era hermosísima, podrían jurar que estaba hecha de oro puro, Venecia estaría celosa de ver sus canales, llenos de flores, aguas limpias y chinampas.

-Bonito ¿Eh?- Dijo Guanajuato.

-It's beautiful...-

-Es impresionante-

-Que bueno que les guste ¿Reconocen a ese chilpayate de allá?- Señaló Guanajuato a un niño que corría velozmente en el templo mayor.

-¿Ese es CDMX?- Exclamó Rusia.

-Aquí y ahora se llama Tenochtitlán... oh miren ese es mi apa- Ambas naciones voltearon tan rápido que de puro milagro no se rompieron el cuello, México estaba ahí, lleno de joyas, telas hermosas y sus alas eran enormes. Era más alto de lo que ahora es, pero seguía teniendo el mismo porte gallardo, valiente y severo. Si, definitivamente era México. Guanajuato reía en sus adentros, Rusia casi comenzaba a babear y USA al darse cuenta le dio un zape.

Suficiente (Rusmex) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora