USA había sido convocado para asistir a la junta de los hermanos hispanohablantes, no estaba seguro de por qué, eso le ponía los nervios de punta. Su pequeña pelea con México y Rusia le habían llenado de dudas ¿Es así como siempre sería? Cada vez que intenta mejorar, cada que cree haber cambiado esos horribles aspectos de su persona, siempre hay algo que le impide avanzar. Siempre hay algún interés de por medio en todo lo que hace ¿Es que nunca podrá ser realmente libre de decidir?
-Father, it's time to go (Padre, es hora de irnos)- Dijo Washington, estaba tan absorto en unos papeles que no se dio cuenta de lo que había dicho.
-How did you call me? (¿Cómo me llamaste?)- Preguntó USA.
-Fa... I'm sorry... I didn't...- Washington no pudo continuar, pues USA le había abrazado.
-Thanks- Esa palabra, tan sencilla e insignificante, le devolvió un poco de esperanza -Come on son- Dijo separándose del abrazo.
No muy lejos de ahí estaba Rusia, igualmente preparándose para asistir a la reunión de México con sus hermanos. Estaba triste por su discusión con México, pero a la vez estaba molesto, USA había sido el culpable de todo el problema, pero que ni crea que ha ganado.
Puso su mano en su pecho, sintió que algo le faltaba, el collar que cuidó con tanto amor ahora estaba hecho añicos, como su corazón luego de causar las lagrimas de su amado México. Jamás se perdonaría haberle mentido así a Mex, debía arreglar las cosas, de algún modo recuperaría a su querido tricolor. Con decisión se colocó su ushanka y le dio la orden a Moscú para que salieran.
El Moscovita estaba distraído viendo por la ventana, toda la mañana se la había pasado mirando al vacío, suspirando y pensando en el capitalino. La noche anterior había sido la mejor de su existencia, dormir y despertar con el chico en brazos le dio una sensación de paz y tranquilidad que contrastaba mucho con la situación entre sus padres. No quería separarse de él, pero debía llegar antes de que Rusia se diera cuenta de que se fue. CDMX le propuso volver a verse antes de que se fueran del territorio y acordaron encontrarse en el aeropuerto para despedirse, por ahora. Las promesas de amor que se hicieron entre ambos representaban su única esperanza de volver a verse luego. Les dolía en el alma estar lejos uno del otro.
CDMX igualmente miraba por la ventana mientras México y Oaxaca se terminaban de alistar para la reunión. Al final la reunión entre los estados mexicanos se llevaría a cabo luego de la junta de México. El capitalino no dejaba de pensar en el moscovita, en cómo se le había declarado y en su voz tan linda al proclamar lo mucho que le quería.
Madrid estaba en el pasillo mirando de lejos como CDMX soñaba despierto, sentía un poco de celos al verlo tan ilusionado con su pareja... ¿Amigovio? ¿Amigo con derecho? ¡Bueno al diablo! El también se había enamorado de alguien, pero sabía perfectamente que eso solo le distraería de todo el plan, no valía la pena. Nunca lo sabrá de todos modos, no existe en la vida de esa persona.
Por otro lado, los hermanos habían estado muy ocupados estos días, los tratados y acuerdos diplomáticos frenaron de la noche a la mañana, el turismo, migración e inmigración tenían irregularidades grandes, las reservas militares habían sido alertadas del peligro y los aliados habían sido proclamados. En general
la guerra está lista, sólo hace falta la declaración.Chile estaba en su avión con Santiago y Barcelona, ya casi llegaban a México. La capital chilena se notaba caída, desde la fiesta de Buenos Aires que no ve a su novio. Habían discutido por que, según Santiago, Buenos Aires ayudó a Argentina y Alemania con su engaño, cosa que el argentino obviamente negó. Era fecha en la que ninguno se dirigía la palabra a pesar de que extrañaban, pero su deber era con su familia. Chile no estaba mejor, el engaño de Alemania le seguía doliendo y en cierta forma se culpaba por la misma. El alemán había pasado tanto tiempo detrás suyo, recibiendo indiferencia y desgano... ¡Obviamente buscaría venganza! ¿Quién no? Fue un tonto al haber creído en Alemania...
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Suficiente (Rusmex) Terminada
RomanceMéxico es un país muy curioso. Podrías pasar toda tu vida recorriendo el país, conviviendo y conociendo. Pero nunca terminarías, siempre hay algo nuevo, la gente innova, combina la tradición con la modernidad, avanza, busca crecer, trabaja día a día...