Capítulo 23

2.5K 297 57
                                    

Lunes por la mañana, para algunos puede ser fastidioso, pero para alguien que realmente ama lo que hace puede ser el comienzo de una buena semana, el comienzo de su labor en el mundo que lo hace con un amor tal que no le importa levantarse temprano para comenzar el día.

México y Rusia estaban levantados desde hace un buen rato, luego del baile ambos terminaron realmente agotados, llegaron a casa y se dirigieron a sus habitaciones para dormir y descansar todo lo que pudieran antes de la junta. Puede que sea difícil de creer, pero México realmente disfrutaba asistir a estas reuniones, al ser uno de los países más amistosos del mundo, le gustaba cualquier oportunidad que tenía para ver a sus colegas, enterarse de los tropiezos y progresos de cada uno le daba ideas para ayudar a los demás y a sí mismo. 

Sin embargo, esta reunión era especial, no solo por ser en su país, si no también por que tenía algo muy importante que hacer luego de esta, ni siquiera sabía como vería a la cara a su ex pareja luego de lo que han vivido estos últimos días, ni siquiera sabe como explicar a su familia y amigos cercanos que se vería con él. Obviamente España no estaba enterado ni de los mensajes que se han estado enviando. No han sido la gran cosa, pero para su familia era una persona que no se merecía ni ser nombrada. Tenía una mezcla entre nervios, miedo y emoción. Este ultimo por que después de tanto tiempo, después de tantos casi encuentros entre ellos donde a lo más que llegaban era un intercambio frío de miradas, por fin tenía oportunidad de aclarar las cosas.

Rusia tocó la puerta de la habitación de México, llamándolo para desayunar pues CDMX había preparado atole de chocolate, Edo. Méx. había preparado tamales y Morelos pan de dulce. México contestó que se uniría a ellos en unos minutos más, solo faltaba arreglarse la corbata. 

Se miró al espejo por décima vez, quería encontrar algún detalle o alguna prenda fuera de lugar pero no encontró nada, dio un suspiro pesado y revisó su celular por última vez. Sorprendente mente había un mensaje de USA.

"Estaré esperando después de la junta, pero si decides ir a comer algo antes avísame, por favor."

Eso fue todo lo que decía el mensaje, si bien las juntas solían tener un descanso para merendar, México acostumbraba comer con España y sus "hermanos" después de cualquier junta, es por esta razón que tenía un miedo profundo a lo que le diría a su familia para excusarse por no acompañarlos en esta ocasión. Ni siquiera Rusia sabía de este pequeño encuentro. México respiró profundo y guardó su celular en su chaqueta. Al abrir la puerta de su habitación se encontró con un enorme ramo de flores de distintos tipos con una tarjeta que decía "Espero que hayas tenido un buen sueño. ATTE. RUSIA" Esto lo hizo sonrojarse y sonreír.

Al bajar al comedor saludó con un beso las frentes de sus hijos y finalizó con un abrazo por el cuello para Rusia, le dio un beso tronado en su mejilla y le agradeció el gesto de las flores. Durante el almuerzo los estados contaban como se la pasaron la noche anterior, pero el patriarca solo podía pensar en como decirles de su encuentro con USA, finalmente Rusia lo sacó de sus pensamientos.

- Mi amor ¿Te encuentras bien? No has dicho nada en toda la mañana- Preguntó Rusia con algo de preocupación. México temblaba un poco pero finalmente habló.

-Al terminar la junta, me reuniré con USA... A solas- Todos los presentes se quedaron callados, no era para menos, después de todo, hablaban de un country que nunca esperaron tuviera cabida en las conversaciones nunca más. El primero en responder fue CDMX.

-¿E-es para algún tratado? Por que si es de trabajo yo puedo ir, no tienes que...-

-No es para nada de trabajo... Voy a hablar con USA como persona, no como country- Aclaró México. Por un momento todo quedó nuevamente en silencio, pero Edo. Méx. asotando ambas manos en la mesa dijo.

Suficiente (Rusmex) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora