III
- ¡El mariscal de campo nilfgaardiano Menno Coehoorn tiene bajo su mando dos ejércitos: el IV ejército de caballería y el III ejército! - escuchó Ojazos que comentaba un tal conde Daniel Etcheverry de Garramone, mientras un paje estaba colocándole (a ella) una armadura pesada de hueso de dragón sobre su cuerpo, a medida para su frágil contextura. Miró a Jaskier, quien también estaba cubierto con una magistral armadura pesada y sostenía un yelmo sobre su mano, sin ocultar su rostro (aún), porque el enemigo no había llegado… pero llegaría… en cuestión de horas. La guerra, finalmente, los había alcanzado.
Dijkstra había ordenado que los protegieran a aquellos dos. Ojazos tenía la sospecha que lo habían hecho porque Jaskier era vizconde Lettenhove, aunque en realidad el Secretario de estado lo había solicitado porque no quería que nada les pasara. Así que, había mandado a llamar al armero y le había exigido una de las mejores armaduras para los artistas y así lo habían hecho.
Era la guerra. Ojazos lo comprendía en aquel momento, en el mismo instante en el que la envolvían sobre metal… en el mismo momento en el que cubrían sus órganos vitales, su piel… en ese mismo momento y no antes. Y agradeció a Melitele… porque de haber sentido aquel miedo con anterioridad, probablemente habría desertado. Pero allí, escuchando a los hombres y mujeres de guerra hablar de la situación caótica a la que se acercaban, minuto a minuto, Ojazos sentía que las piernas le flaqueaban. Miraba a Jaskier y lo notaba tan calmo… y sabía que él estaba así porque tenía un objetivo: luchar por Cintra. Luchar por la reina de su inspiración, por la princesa Cirilla…
- ¿Sabes quién dirige el IV ejército, Daniel? – preguntó Jaskier y el hombre, también vestido en una regia armadura pesada y una capa con las flores de lis de Temeria y un grifo (aparentemente), le respondió que “el general mayor Marcus Braibant”, todos nombres que finalmente, Ojazos olvidaría al cruzar aquella puerta.
El conde de Garramone, Daniel Etcheverry, era el mismo conde que había tomado presos a Geralt y Jaskier en Sodden y había estado al lado del mariscal Vissegerd de Cintra. Y ahora estaba una vez más allí, al lado del poeta, pero esta vez, como aliado, como camaradas, como compatriotas. Un paje corrió sobre el vizconde de Lettenhove y le colocó una capa carmesí con el símbolo de Redania, el águila redana y al lado, el escudo de la casa de Lettenhove. Era el modo de mantener identificados a los nobles, para que se los protegiera con mayor fiereza, para que los enemigos no se les echaran encima. Era un símbolo de distinción para ambos bandos, a decir verdad. Pero era el modo en el que se actuaba en la guerra. Era el modo de proteger soberanos. Ojazos sabía que Jaskier odiaba ser Julian Pankratz, pero esta vez, había aceptado el símbolo distintivo.
- ¿Con qué número cuenta el IV ejército? – preguntó otro soldado que se acercó a aquellos dos. También con capa, por lo tanto… noble. Se quitó el yelmo y los miró.
- Con más de veinte mil soldados, el ejército de caballería… conde de Ruyter. - respondió mientras se acercaba Dijkstra, con semblante sombrío. Jaskier cerró los ojos, temeroso, y recordó aquel día que Ojazos y él habían llegado al palacio de Tretogor y el condestable Juan Natalis había dicho que contaban con cincuenta decenas escuadrones de caballería. Quinientos… un número de mierda.
- ¿Solo contamos con los cincuenta escuadrones de caballería que mencionó el Comandante Natalis, Dijkstra? – preguntó Jaskier. – Entre Temeria y Redania, ¿solo hemos reunido ese número? ¿Y Nilfgaard 20 mil soldados de caballería? – el Secretario de estado lo miró y asintió. Ojazos sintió pánico, Jaskier guardó silencio.
- Tranquilo, Jaskier. – dijo el conde de Garramone. – Cada escuadrón cuenta con 25 maestros de caballería, diestros en lanzas.
- Doce mil quinientos, contra más de veinte mil. – sentenció Jaskier. – Nos superan en número, por el doble. Pero eso ya lo sabíamos.
ESTÁS LEYENDO
Lanza una moneda a tus brujos
FanfictionHISTORIA COMPLETA (¡¡Spoilers de los libros!!) Empecé esta historia con ganas de simplemente escribir... Pero a medida que lo fui haciendo me he dado cuenta que la historia que quiero contar es la de Jaskier... y Ciri. Sería algo así como seguir el...