Domingo, 1 de abril de 2018.
Me siento completa cuando las ondas de aplausos inundan la enorme oficina. Hemos revisado el guion completo de la película. Leímos los diálogos y descubrimos cual es el cruel final. James me besa la sien mientras yo sigo agradeciendo al equipo mediante aplausos.
Ambos nos miramos al mismo tiempo. Su sonrisa expresa la felicidad que lo consume. En cambio, yo no puedo caer que esto ocurre de verdad.
—Lo logramos —dice, sin pronunciar ningún sonido.
Guardo el libreto en mi bolso y me despido de las personas que se me cruzan en el camino. Norbit se detiene delante de mí, borra la sonrisa que tenía y se pone recto. Momento de ponerse serio con la pelirroja que lo volverá loco estos tres meses.
—Mara, no te olvides. A las nueve de la mañana sale el vuelo a Atlanta. No podemos atrasarlo por ti.
Por supuesto, no se había olvidado de las advertencias que le lanzó Valentin en la noche que lo conocimos.
—Voy a ser la primera en estar ahí —empleo el mayor —. Es más, voy a llevar café. ¿Cómo quieres el tuyo?
Una media sonrisa tira de la comisura de sus labios, pero la borra enseguida. Este hombre no va a bajar la guardia conmigo, me va a tener cortita.
—De vainilla.
—Vainilla será —sonrío—. Nos vemos.
James me espera en la puerta. Cuando cruzo por su lado, coloca un brazo sobre mis hombros y nos dirigimos hacia el estacionamiento.
—¿Te llevo? —le ofrezco y quito la alarma al Jeep.
—¿No te molesta? —me pregunta, evitando ser una carga—. Puedo llamar a un Uber.
—No, me queda de paso. Tengo que ir a Malibú porque mi novio me espera ahí.
—Uh —canturrea con una sonrisa pervertida y me da un empujón suave—. ¿Van a despedirse como es debido?
«Ese es el plan.»
James coloca su playlist y sube el volumen hasta el tope. No compartimos el mismo gusto musical, pero no quiero arruinar su feliz momento. Al cabo de un ruidoso viaje, estaciono el auto frente a su edificio.
—¿Compartimos taxi?
Lo miro con una sonrisa de confusión y sigo buscando mi labial dentro del bolso.
—No tengo dinero —bromea.
Se remueve sobre el asiento con vergüenza y entiendo a qué viene la pregunta antes de que él se detenga a explicarme.
—En realidad, sería bueno llegar al aeropuerto con alguien. Mis padres no podrán ir a despedirme —confiesa.
¿Qué nos conecta a James y a mí? Lo horrible que fueron o son nuestros padres biológicos. Yo tuve suerte, fui un error para dos adolescentes, sí. Pero otras personas me quisieron desde el momento que se enteraron de mi existencia en la panza de mi madre biológica. Los padres de James, no lo quisieron antes y no lo quieren ahora.
Algunas personas no deberían ser padres.
—Está bien, no necesitamos nuestra familia ese día.
Asiente, sin mirarme.
—Te paso a buscar bien temprano porque tengo que comprar café antes del vuelo. Aria nos llevará al aeropuerto —le aviso mientras me pinto los labios con un movimiento ligero de muñeca.
—¿Qué hay de tu novio?
—¿Qué con él?
—Hace días que puedo respirar tranquilo al saber que no me atacara en cuanto me distraiga.
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Hablando con la Luna
Teen FictionPRIMERA TEMPORADA TERMINADA Y DISPONIBLE. SEGUNDA TEMPORADA EN CURSO. Dejando de lado la creciente fama de actriz principiante, la vida de Mara Bamber se vuelve aburrida y monótona con el paso de los días. En forma de juego le pide a la luna que le...