Mini-maratón 2/2.
Jueves, 27 de septiembre de 2018.
—¿Qué pasó? —Sierra me pregunta por segunda vez.
«La jodí y mucho.»
Llevamos más de diez minutos escondidas en el vacío estacionamiento del lugar. Ella se mantiene enviando mensajes a Xavier y Olivia que se quedaron custodiando las salidas del salón para evitar que algún invitado de Sierra se vaya y de esa manera, evitar que la información que he soltado se disperse por las calles de Hollywood.
—¿Estás mejor? —insiste con un tono exasperado—. No te preocupes, Mara. Voy a hablar con mis amigos, esto no va a salir de acá.
—Eso es imposible.
Cualquiera puede vender la noticia a alguna página de chismes. O incluso a alguien se le puede escapar sin querer. No le encuentro una salida tan fácil. Debo aceptar la culpa y cualquier castigo que decidan ponerme mañana.
Lo siento antes de verlo caminar hacia nosotras. Sierra se pone derecha, lista para lo que sea que ocurra a continuación. Y yo me quedo sin hacer nada, con el cuerpo tieso por la expectación.
—¿En qué estabas pensando? —me pregunta al tiempo que viene a por mí y levantado los brazos al costado de su cuerpo en señal de desconcierto—. Te diste cuenta que me arruinaste, ¿verdad?
—Bienvenido al club, King.
—No puedo creer que me hayas hecho eso.
Lo siento, quiero decirle, pero no me atrevo a disculparme.
—Lo único que quería hacer era protegerte.
—Empezaste a actuar como si yo te perteneciera.
Intercambia el peso de una pierna a la otra, indicando que tengo la razón y eso no hace más que ponerlo en ridículo. Y, tal vez, no es el mejor momento, pero tengo que dejarle las cosas claras.
—El beso de ayer, fue solo un desliz. Perdí la cabeza por un rato. Te quise por un minuto y ya tuve suficiente de ti.
En los primeros cinco segundos no me cree, en los siguientes cinco segundos su cara comienza a perder color.
—Eres una persona cruel —me escupe las palabras en la cara.
—¿Yo? ¿Cruel? ¿Me estás jodiendo? —las preguntas se convierten en un sollozo que intento hacer pasar por alto—. Estuviste conmigo sin saber que mierda querías de mí. Me ilusionaste porque tenías esa estúpida idea en la cabeza de que íbamos a funcionar.
—Funcionamos por ocho meses.
—¡Solo porque era nuestra obligación!
Le ha dolido, al igual que a mí me ha dolido decírselo. Es como si diera a entender que nunca hubo amor en la relación.
—Él solamente te quiere para follar.
¿Y se cree qué no lo sé a estas alturas? Se necesitan dos personas para acceder a follar.
—¿Y tú qué quieres de mí?
—¡Todo! ¡Lo quiero todo!
La expresión de mi cara cambia inmediatamente. Incluso puedo notar que Sierra se queda mirándolo sin entender el cambio drástico de la discusión.
—¿Me estás confesando que quieres volver conmigo? —pregunto, cautelosa.
—¡Sí, lo he estado haciendo todo este tiempo!
No lo aguanto más y me rompo a reír en su cara, ganándome un gesto de irritación por su parte.
—Oh, King. Si el agua se convirtiera en vino por hablar, ¡tú serías perfecto para el trabajo! —le clavó un dedo en el pecho hasta hacerle daño—. ¿Ahora que me viste con otro chico quieres volver conmigo?
—¡No, no es así!
Seis meses atrás estábamos enamorados a tal punto que no queríamos que nada malo le pasara al otro. Ahora, parece una competencia de quien puede joder mucho más al otro con palabras. ¿En qué momento nos hemos convertido en esto?
—Dijiste que me querías y después me dejaste. ¿Cómo eso tiene sentido? —murmuro.
—¡Te he querido siempre! ¡Lo hago desde que te conocí! ¡Incluso te he querido cuando te deje! ¡Por eso lo hice!
—¿Me dejaste porque me querías?
—No tenía tiempo para ti, Mara. Y lo sabes. Tú siempre estabas ahí y yo no. Tenía que dejarte ir.
—Pero has cambiado de opinión, ¿no? —afirmo—. Por eso volviste.
Si no es así, ¿qué está haciendo?
—Los tres meses que me pasé sin ti fueron horribles. No quiero seguir así, no voy a seguir así —afirma seguro de sus palabras.
Muevo la cabeza.
—Lo arruine, ¿sí? ¿Eso es lo que quieres escuchar? ¿Quieres que asuma toda la culpa? Lo haré, se lo diré a todo el mundo si es lo que quieres. Les diré que soy el chico más estúpido del universo a cambio de otra oportunidad.
—No...
—Te amo, Mara.
Y después de tanto tiempo escucho las palabras que quería oír meses atrás. Es una pena que llegara tarde.
—No puedes hacer eso —susurro—. No puedes.
—¿No puedo decirte que te amo?
—No puedes terminar conmigo y luego querer volver como si nada hubiera pasado. ¿Qué pasará si volvemos y luego tú sientas que no estás dando todo en nuestra relación? ¿Me dejarás otra vez?
—No, esta vez no.
No es razonable, solo utiliza los sentimientos para expresarse y eso no ayuda. La venganza es mi compañera de vida. Si yo sufrí por Valentin, entonces le tiene que tocar a él esta vez. No va a tenerme de vuelta tan fácil.
¿Se cree que con un par de promesas me conformo?
—No te creo, King. Ya no te creo. Dices una cosa, pero haces otra.
Todo rastro de ilusión se desvanece de su cuerpo. Sin embargo, no se rinde ahí mismo. Apoya sus manos en mis hombros y me obliga a mirarle la cara.
—Mi niña.
Un sollozo se escapa entre mis labios y sus ojos son pura tortura al verme llorar.
—Por favor, para —le pido.
Cuando comienzo a sollozar como una niña Sierra decide interferir.
—Tal vez no es el mejor momento para hablar esto, chicos.
—¿Puedes cerrar la boca, por favor? —sisea Valentin.
—¿Puedes irte de mí fiesta, idiota?
Mi vista se pone borrosa, pero no se me escapa la última mirada que me da Valentin. Lentamente me quita las manos de encima y da paso atrás.
—Cómo sea, ya no hay nada que me pertenezca aquí de todas formas.
Así como llegó se fue. Sierra se sitúa detrás de mí, sin saber qué hacer, y recula unos segundos.
—¿Estás bien, corazón?
—Necesito un vaso enorme y frío de cerveza.
🧡🧡🧡🧡🧡
Nota de la autora: ¿Y? ¿Les gustó?
Estaba tan emocionada de poner drama. Me la paso bomba cuando escribo peleas de parejas.
Gracias por leer <3
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Hablando con la Luna
Teen FictionPRIMERA TEMPORADA TERMINADA Y DISPONIBLE. SEGUNDA TEMPORADA EN CURSO. Dejando de lado la creciente fama de actriz principiante, la vida de Mara Bamber se vuelve aburrida y monótona con el paso de los días. En forma de juego le pide a la luna que le...