Miércoles, 8 de agosto de 2018.
Corro hacia las escaleras y bajo lo más rápido que mis piernas me permiten. Las lágrimas caen en mi rostro. Estoy quedándome sin aire.
—¡Deja de correr, maldita! —gritan detrás de mí.
Llego a la sala e intento abrir una puerta, pero esta con llave. Me muerdo el labio y busco un escondite. Abro otra puerta y me encuentro con un armario. Escucho los pasos más cerca entonces entro. Intento controlar mis sollozos y cubro mi boca para que no se escuche mi respiración agitada. El pomo de la puerta gira y la luz me ciega por un segundo. Él está delante de mí y me sonríe apuntándome con un arma.
—Aquí estas, cariño.
—No lo hagas —ruego mirando sus ojos—. Por favor. No lo hagas.
—¿Por qué tuviste que haber hecho eso?
—No tenía opción.
—Ahora yo no tengo opción. Nos vemos en el infierno.
Aprieta el gatillo y yo grito tapando mis oídos.
—¡Corten! —grita Norbit, el director—. Y eso es todo gente.
Los alaridos de festejo me sacan una sonrisa. La película ha terminado. Los noventa días ya se fueron. James, la persona que estaba corriendo detrás de mí con un arma falsa, me tiende su mano para ayudar a ponerme en pie. Estiro mis brazos y los dos nos fundimos en un abrazo.
—Fue un placer trabajar contigo, Mara, otra vez —me dice a mis espaldas.
—Lo mismo digo.
Se separa de mí lo suficiente para poder mirarme a la cara.
—¿Vas a celebrar con nosotros?
—Eh.
Sabe que estoy buscando una excusa. Me agarra de un rollo que me sobra y lo pellizca despacio. Me libro de sus manos como una posesa y él se ríe.
—Esta vez no aceptaremos un no por respuesta.
—Creo que ya no puedo decir no —suspiro.
🌘🌗🌖🌕🌔🌓🌒🌑
Gritos, risas y música a todo volumen.
Perdí la cuenta de cuantas botellas de cerveza he tomado. Y tengo algo por seguro: no iba a volver sola a casa.
Iba a encontrar otro amor para esta noche.
—¿Quieres que te lleve a tú casa? —pregunta una voz muy masculina para dejar pasar por desapercibido.
Lo miro bien por primera vez. Hace diez minutos que se ha acercado a hablar, me invitó una copa que rechacé, pero no se rindió fácilmente. Eso fue lo que me llamó la atención y le permití que me tenga agarrada por las caderas.
Tiene el cabello rubio, una sonrisa atrevida y buen cuerpo. Aunque, podría llegar a ser mi padre... por la edad digo.
—Está bien —murmuro—. Pero primero debo avisarle a mi amigo.
El hombre, que aún no sé el nombre, me deja ir.
—¿Dónde está James? —pregunto en voz alta y para mí misma—. James, James, James.
Entorno los ojos. La bebida me ha arruinado la vista. Veo todo borroso y las luces parpadeando no me ayudan. Lo encuentro en la zona vip, hablando con una morocha que podría ser la mujer más guapa del planeta tierra.
Me acerco a ellos, dando trompicones y llevándome por delante algunas personas.
—James, me voy —le digo apenas llego a su lado.
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Hablando con la Luna
Fiksi RemajaPRIMERA TEMPORADA TERMINADA Y DISPONIBLE. SEGUNDA TEMPORADA EN CURSO. Dejando de lado la creciente fama de actriz principiante, la vida de Mara Bamber se vuelve aburrida y monótona con el paso de los días. En forma de juego le pide a la luna que le...