❝Esto no puede estar pasando... ¡Esto no puede estar pasando❞
❝Tranquilízate, May...❞
❝Tranquila la vecina, ¿Que mierda acaba de pasar?❞
Dónde la vida de Maya dió un giro de 360° al volver a Beacon Hills.
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▬Portada hecha por: @Vxnellope-
▬Teen Wo...
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Maya abre sus ojos lentamente y cuando se acostumbra a la luz se sienta.
—¿Que ha pasado?
—Que suerte que despertaste —Allison suspira—. Maya, tienes que ayudarme. Yo... Simplemente no puedo —tartamudea aunque no quiera.
Maya frunce el ceño y la situación actual llega a su mente. Levanta su remera, encontrándose con la tan fea herida y sangre negra alrededor de su torso. Mira a Scott y luego a Allison quien sostiene la aguja y hilo.
—Allison, se que puedes hacerlo —afirma mirándola a los ojos.
—Veo a mi madre —revela por primera vez—. No dejo de mirarla, escucharla diciéndome lo inservible que soy...
—Allison, no eres inservible. Eres... Una de las mejores personas que conocí. Ally, cierra tus ojos —ella la mira con duda—. Hazme caso, ciérralos —Allison los cierra—. Piensa que estás en tu lugar favorito en el mundo, allí nada puede herirte ni lastimarte, porque estás rodeada por una fuerza mágica que es imposible de ser corrompida. Allison, esa protección somos nosotros, tus amigos que siempre estarán para ti. No dejes que nadie te diga que eres inservible, porque se equivoca.
Allison la escucha atentamente y deja salir un par de lágrimas que se limpia con velocidad.
—Gracias.
—Ahora, abres los ojos y comienza a ayudar a dos amigos que te necesitan, por favor —pide con una mueca de dolor.
Allison asiente repetidamente y sin rechistar comienza a coser a Scott, aunque aún tiembla un poco su mano.
—¿Maya?
—¿Si?
—¿Por qué estás herida?
Maya suspira, quedándose en silencio. Ésto no tenía porque haber pasado, ¿ahora como lo explicaría? Deaton le había pedido que no contase nada, que todavía no era el momento. ¿Pero ahora que hará?
—No puedo decirte.
Allison la mira unos segundos de reojo antes de volver a su tarea. Aprieta levemente sus labios pero acepta la respuesta de ella.
—Necesito una nueva remera —murmura al ver su remera llena de sangre—. Y otra campera.
—Stiles y Lydia están afuera, dejaron ropa para ustedes y ahora están tratando de que el autobús no se vaya.
—Esta bien —suspira e intenta levantarse, apoyándose en la pared—. Tengo que ayudarlos.
—No, no. Quédate aquí, puedes volver a desmayarte.
—Estoy bien.
—Por favor —le pide mirándola.
Maya suspira y asiente, dejándose caer otra vez, haciendo una mueca de dolor. Minutos más tarde, Allison termina de coser a Scott y suspira sonriendo.
