❝Esto no puede estar pasando... ¡Esto no puede estar pasando❞
❝Tranquilízate, May...❞
❝Tranquila la vecina, ¿Que mierda acaba de pasar?❞
Dónde la vida de Maya dió un giro de 360° al volver a Beacon Hills.
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▬Portada hecha por: @Vxnellope-
▬Teen Wo...
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—Trae tu trasero aquí, ahora. Hay trabajo que hacer.
—Amigo, estoy acostado. ¿No estamos un poco viejos para esto?
—Lo hacemos por el entrenador.
—Pensé que para el entrenador.
—Como sea, sabes que lo necesita. Vive por estas cosas. Las adora.
—Pero es medianoche.
Stiles abre su casillero de los vestidores—. 12:15 para ser exactos. Lo cual significa que es después de medianoche y oficialmente la noche/día de las travesuras —hace sonar una herramienta y la guarda en su bolso—. Por una maravillosa coincidencia también es el cumpleaños del entrenador. Así que si no llegas en cinco segundos, te voy a destruir —habla guardando más herramientas—. ¿Si? Hablo de cinco, cuatro, tres, dos... —se da vuelta, asustándose al ver los ojos rojos de Scott en la oscuridad.
—Uno —Scott sonríe, burlándose de su amigo.
—Te odio.
—Cero.
Los dos chicos gritan asustados al escuchar una tercera voz y Maya sonríe saliendo de la oscuridad.
—¿Creyeron que lo harían sin mi? —coloca sus manos en su cadera.
—¿Qué haces aquí? —pregunta Scott, recuperándose del susto—. Deberías estar descansando.
—Es cierto —Stiles se levanta del suelo, ya que se había caído por segunda vez del susto—. Casi pierdes el pie.
—Pero estoy bien. Estoy cansada de estar acostada y, como sabía que hoy estarían acá, vine a hacer una travesura con mis mejores amigos. Además, solo tendré esta estúpida bota —señala la bota en su pie—. Por unas hora más y estaré total y completamente sana. O eso es lo que me dijo mi mamá —sonríe—. Y esto lo hacemos por el entrenador. Será nuestra primera broma que hemos hecho los tres juntos en bastante tiempo. ¿No es eso increíble?
—Está bien —Scott suspira—. Pero al terminar irás directamente a tu casa.
—Si, papá —rueda sus ojos divertida.
—Yo te llevaré a casa —habla Stiles—. Por cierto, ¿cómo llegaste?
—Caminando —se encoge de hombros.
—¿Y como llegaste tan rápido? —vuelve a preguntar confundido.
—Hace rato que estoy aquí, estaba esperándolos, sabía que hoy vendrían y obviamente no me lo iba a perder ni en un millón de años. Basta de preguntas, es hora de trabajar —sonríe, juntando sus manos y sonando los huesos de sus dedos.
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—Stiles, no tenías que acompañarme hasta mi habitación, estoy bien —Stiles la ayuda a sentarse en su cama.
