CAPITULO 13

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ROCES.

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No me alejaré de ti.

Tomo mi jugo y acarició la cabeza de Kira, con suavidad. Esta ronronea y se acomoda aún más en mi regazo, deja salir un resoplido o algo parecido. Sonrió. Bajo la mirada hacia ella y beso su cabeza. Su cola se mueve, mientras le hago mimos como le gusta.

—¿Crees que soy una tonta? —Susurro. —Porque me siento así. La peor tonta que puede existir en este puto planeta. —Levanta sus orejas. Suspiro. —Hizo algo muy malo Kira. Me acosté con mi profesor, no solo una vez, sino... —Suspiro. —Tuve los mejores orgasmos.

¿Por qué tuviste que tener sexo con él? ¿Con tu profesor?

—¿Qué hice? —Murmuró a la nada mirando al techo, con un nudo en mi garganta.

Tengo ganas de llorar.

Me siento patética, avergonzada y toda una puta zorra. Me parezco a esas estudiantes que se meten con sus profesores por calientes y odio esas películas o esas novelas, y ahora soy una de ellas. Una auténtica zorra.

Desde que me dejó esta mañana no he podido sacar sus palabras de mi cabeza. Lo único que hice todo el día fue evocar sus palabras, la convicción que tenía y, tenía la fe de que solo me dijo eso para tensionar la situación, pero cada vez que intento convencerme a misma que es así, que solo intenta asustarme—Realmente lo estoy—, se hace más real, porque sé que me lo dijo de verdad, sé que todo lo que dijo en medio de la "situación" lo dijo en serio.

Y eso es muy malo, porque prefiero que solo lo dijo para dar un poco de drama, pero presiento que no es así. ¿Tan necesitada estaba?

Hago una mueca. Si, tal vez hace meses que no he tenido sexo, la última vez que tuve fue con Nicholas, con nadie más. ¿Por qué tuve que tener sexo con él? ¡Con el! Pude tener sexo con cualquiera hasta con Eric ¡Maldición!

Tal vez... Los pasos que se acercan detiene cualquier pensamiento. La cabeza de Kira se levanta y salta del sofá corriendo a darle la bienvenida a Eric. Le doy otro sorbo a mi bebida.

Quiero ser como Kira, saltar sobre Eric, pero no lo hago por dos cosas 1) estoy enojada con él y 2) estoy demasiada cansada y me duele algunas partes de mi cuerpo, que no quiero recordar. Cierro los ojos.

—Hola desaparecida. —Abro los ojos, encontrándome con su mirada.

—Hola. —Le doy una sonrisa pequeña, mientras me arropo hasta mi barbilla.

Se acerca hasta besar mi frente y luego darme un pico en la boca.

—¿Cansada? —Cuestiona.

Asiento.

—Un poco ¿Cómo fue tu día? —Pregunto.

Me pongo de lado y dejo mi palma debajo de mi mejilla. Eric se sienta a mi lado. Desliza unos mechones detrás de mi oreja, sin perder ningún detalle de mi rostro. Suele hacerlo cuando algo no le cuadra.

—Igual, muchos trabajos, y trabajos. —Sonrió.

—¿Tan horrible?

Se encoge de hombros.

—Un poco, y tú ¿Cómo fue tu día? —Pregunta.

La pregunta es inofensiva, pero lo conozco. Soy buena con las mentiras así que uso eso a mí ventaja.

—Dormí hasta tarde, hice un desayuno rico y me vine a la casa a descansar. —Explico sin dar detalle.

—¿Qué hicieron para que estuvieras tan cansada?

LUZIFER ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora