CAPITULO 22

5.2K 429 128
                                    

FAMILIA.

-------------------*-------------------

Barbara.


<<Alguien me está tocando.>> Me remuevo, presionándome contra el cuerpo duro que ha estado detrás de mí muchas veces. Su respiración contra mi piel, eriza por completo mis vellos y los pezones se me endurecen, rozándose contra la sabana.

Recorre mi abdomen y masajea mi teta. La respiración se me acelera y pego mi trasero contra él. El miembro duro que se recuesta en mi espalda seca mi boca y el sexo se me empapa en nanosegundos.

—Becher...—La voz me sale un poco ronca.

Aprieto la almohada que tengo abajo cuando desliza la mano a mi entrepierna. Me muerdo los labios cuando abre mis pliegues hinchados y húmedos. Lo escucho tragar saliva y a mí la vergüenza me quema. <<No soy tan caliente. >>

Aprieto los puños con fuerza contra la almohada, cuando pincelea mis jugos en todo mi sexo.

—Becher.... —Aprieto mi mejilla contra la almohada cuando estimula ese botón que me hace ver maravillas.

Toma mi mentón, devorándome en un beso que me empapa por completo. El gemido que choca contra su lengua lo hace gruñir cuando me penetra con dos dedos. <<Estoy demasiada empapada.>> Me muerde el mentón, abriéndome más las piernas. El sonido encharcado de mi sexo llena el silencio y busco su boca, empezando a contonearme. Buscando sus dedos.

Los ojos se me blanquean con la estimulación y la penetración. Gimo su nombre y mi mano viaja a su cabello, aferrándome. La cabeza me cae atrás, disfrutando todo, en cómo me está llevando al infierno y como lo estoy disfrutando como nunca.

—Empápame....

Me muerde el mentón y.... el orgasmo me golpea empapando su mano y a sabana. Tiemblo contra él, intentando recuperarme.

Toma mi mentón, ladeando mi rostro hacia él. Su aliento choca contra mi piel, logrando que yo sea la que se acerque y presione mis labios contra los suyos. Trago saliva cuando no hace nada. Desliza sus dedos en mi nuca, atrayéndome mientras me abre la boca.

<<Tengo 21 y el 31.>>

Es mayor, pero a mi cabeza no le importa. Duplica mi edad, pero no me importa cuando me está besando de esta forma, cuando su lengua acaricia la mía, cuando me toca como si le perteneciera. No me importa nada, cuando lo quiero tener entre mis piernas y...

Me subo y me abro de piernas. No dejo de besarlo y el que el tronco duro roce mis pliegues solo me arquea la espalda. Baja más y el capullo grueso se presiona contra mi entrada. Los músculos se le tensan y yo sigo besándolo, bajando mis uñas en su piel.

Levanto la cadera y dejo que la cabeza húmeda se deslice en mi sexo. Me muerdo los labios, mis dedos tensándose contra su piel. Las tetas las tengo demasiadas pesadas. Empapo el miembro con mis jugos, dejando que el capullo grueso me estimule.

Muerdo su labio inferior con fuerza, luego le doy un pequeño beso pequeños. Su respiración se corta. Abandono su boca, deslizando mis besos por su cuello. Desciendo hasta su abdomen bajo. <<Quiero chuparlo.>>

Lo miro debajo de mis pestañas. La luz que se filtra por los ventanales me dejan verlo. Tiene los párpados caídos y el mentón tenso. Su respiración está alterada y es la primera vez que lo veo tan perdido, que no tiene control de sí mismo.

Humecto mi boca y la respiración se me acelera cuando veo el miembro grueso que está recostado en su abdomen. <<No me cabera.>> No soy experta en garganta profunda y no comenzaré ahora. Me intimidad el tamaño, pero quiero tenerlo en mi boca.

LUZIFER ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora