CAPITULO 29

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RIESGO.

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No puedo dormir.

Hace tres horas que solo estoy mirando hacia un lugar fijo, escuchando la respiración de Becher detrás de mí. Cada aliento que choca contra la piel de mi cuello, me eriza. Aunque desearía dormir, no puedo. No me siento cómoda. No siento esa seguridad que he venido sintiendo con él a lo largo de estas semanas.

Quiero sentirme segura, quiero sentir que cuando cierre los ojos nada le pasara, que nadie entrara en medio de la noche a empezar a dispararnos o algo peor, que alguien venga por mí, pero no puedo. No puedo cerrar los ojos temerosa que cuando abra los ojos este en otro lugar, en otra cama y con otro hombre.

Temo por mí, pero más por él.

No sé si él ha estado en una situación como esta, aunque no lo creo. Todo lo que he leído sobre él es que jamás ha tenido un narco detrás de él, si ha tenido amenazas o hubo un atentado contra él, pero... Esto es más grave.

No sé quién es esa persona, si es una mujer o un nombre, solo sé que tiene el poder de gastar millones para enviarme regalos caros. Hay muchos narcos en Colombia y en todo el mundo, hombres que están llenos de dinero, poderosos igual que Alek o Luzifer, cualquiera puede ser, pero ¿Cómo saben de mí? ¿Cómo alguien de ese mundo ha dado conmigo si...?

<<Las noticias.>> Salí en todas los canales con mi abuelo hasta en las noticias internacionales. Hablaron sobre mí, en qué universidad estaba, quienes eran mis padres. Los noticieros me dejaron al blanco de cualquier psicópata.

No puedo quedarme callada. No con esta situación. Esto está lejos de resolver. Tengo que hablar con Eric, con mis padres... pero si les digo que un narco está detrás de mí, papá apuntara mi abuelo, quien no tiene nada que ver.

Giro mi cabeza hacia Becher. Ojalá estuviéramos en otra situación, ojalá esto no fuera un juego y ojalá yo no temiera a sentir nuevamente, quizás le hablaría de esto. Quizás le diría que alguien está detrás de mí y que en cualquier momento vendrá por mí, pero no estamos en una relación, no en la vida real.

Libero mi cadera de su brazo y salgo de la cama. Busco a tientas mi celular en la mesa de noche y alumbro mi camino. Salgo de la habitación de puntillas y bajo hasta la primera planta. Marco el número que me ayudara.

Sé que no debería meterlo nuevamente en ese mundo, sé que no deberíamos meternos nuevamente, pero necesito ayuda.

Los tonos empiezan a sonar y miro a mi alrededor donde el silencio reina. Esto me aterra, me aterra que alguien esté en la oscuridad y esté esperando la oportunidad de atraparme. Tengo miedo y, sobre todo, temo perder mi vida en esto.

—Contesta.... —Suplico

Camino hacia el sofá grande y me dejo caer. Suspiro cuando cuelga.

—Barbie. —Su voz es ronca, de un recién despertado.

—Estoy embalada. —Susurro con el corazón latiendo a mil.

—¿Qué?

—Alguien está detrás de mí. Es un pez grande, muy grande. —Específico. Intento estar en calma, pero mi voz decae.

Escucho como se levanta y sé que ahora lo he despertado del todo.

—¿Cuán grande es? —Pregunta.

Trago saliva.

—Eric, creo que es un narco y creo que está obsesionado conmigo. —Susurro manteniendo el tono bajo.

LUZIFER ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora