CAPITULO 17

5K 451 146
                                    

SENSIBLE

------------------*--------------------


Viernes.


—¡Hoy es viernes de perrear! ¡Viernes, viernes de perreo! —La emoción de Mara me saca una carcajada. —¡Viernes de sexo salvaje!

—Mara. —Le llamo la atención.

—¡Sexo salvaje!

Aprieto mis labios, tan radiante.

—Sexo, sexo, sexo.... —Le tapo la boca antes de que siga, pero me lame la mano.

Chillo asqueada y ella se ríe, siguiendo con su bailecito.

¿Si ella sabe que es tener vergüenza? No, no lo sabe.

Ahora estamos en la entrada donde varios profesores están a nuestro alrededor igual que los profesores. Están acostumbrados a ella, a su forma de ser, pocos se sorprenden y los que hacen son los primíparos.

—Basta Mara. Estás llamando la atención. —Se detiene al escucharme y despliega una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Llamar la atención? —Sus ojos se encuentran conmigo y no me gusta su sonrisa. —Esto sí es llamar la atención.

En unos cuantos pasos toma mi rostro, presionando sus labios contra los míos.

No es un beso de lengua, pero si es lo suficiente duradero para tener la atención que no quería tener. La siento sonreír antes de alejarse con una sonrisa. Aprieto los labios, sacudiendo la cabeza. Doy una mirada de reojo a los profesores que están a unos cuantos pasos de nosotros encontrándome con su mirada.

La respiración se me acelera y me cosquillea los labios. <<Quiero besarlo>> Está con el director, pero ahora su atención está sobre mí. No lo está escuchando. Su mirada se desvía hacia Mara quien sigue con la sonrisa. Esquivó la mirada sintiéndome tímida.

—¿Entonces nos quedamos para el evento que dará la Universidad? —Pregunta Mara.

Arreglo la correa de mi bolso en mi hombro.

—No lo sé, preguntaré a Eric si no está tan cansado. —Digo. Meto un mechón detrás de su oreja. —¿Tú quieres quedarte?

Asiente.

—Me darán pizza gratis y tengo mucha hambre.

—Yo puedo invitarte la pizza. —Sacude la cabeza.

—Quiero quedarme un rato. Mañana no tenemos clases y milagrosamente no tenemos mucho trabajo.

—Entonces vamos a buscarlo. —Hablo.

Me giro, pero chocó contra un pecho que está cubierto por una camisa negra. La piel se me eriza por completo e intento apartarme, pero me rodea la cintura, apretándome contra él.

Levanto la mirada encontrándome con la sonrisa de Nicholas. La saliva se me atora en la garganta y me quedo inmóvil.

—Suéltame. —Sisea entre dientes.

Resopla una sonrisa.

—Después de que me enterraste un cuchillo, no lo creo. Merezco esto. —El tono que emplea sólo reaviva mi miedo al estar cerca de él.

Mara se acerca e intenta tirar de mí, sin llamar la atención.

— La sueltas o tendremos que ir todos a la dirección. —Suelta la castaña. — Y no creo que a tu madre le guste que te llamen la atención ¿o sí?

LUZIFER ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora