LUZIFER ©

CAPITULO 31

LIES

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<<Estoy muerta.>>

<< ¿¡Mi casa!? ¿¡Acaso se ha vuelto loco!?>> No sabe que eso nos pueda dejar al descubierto << ¿Y si no voy?>> No, mamá puede sospechar sobre mi comportamiento y papá pensara que actuando de manera inmadura al no enfrentarlo.

Eric sospechara también. Todos sospecharan. Tengo que hacerlo.

Mañana tengo que mantenerme alejada de él y comportarme como se debe. Aunque mi comportamiento en estos meses ha sido todo lo contrario, en fin, la casa es grande, así que podré estar lejos de él.

<<No pasará nada.>> No tendré sexo con él, eso sería faltarles el respeto a mis papás, ni siquiera tengo la intención de hacerlo, ni menos cuando estoy en el periodo, por ese lado estoy segura.

Cierro los ojos. <<Canaliza. Respira. No pasará nada.>> Nadie se enterará de que tu profesor te está coronando y del muy bueno.

Cierro el pequeño bolso donde tengo el vestido de baño que me compre esta semana y pienso estrenarlo en la piscina, aunque por mi situación no creo que vaya a entrar a la piscina, pero si lo voy a estrenar, aunque solo esté tumbada.

Agarro el cargador de mi celular, los audífonos y, por último, mi cojín. Este si no puede quedarse. Salgo de mi habitación y bajo las escaleras al tiempo que guardo las cosas en los bolsillos de mi maleta.

—¿Encontraste la correa? —Pregunto, sin levantar la mirada.

Voy a la cocina.

—¡Si! Ya están en el auto.

Agarro un yogurt de la nevera y unos mecatos del cuenco para el viaje. Siempre tengo hambre cuando viajamos, así que suelo llevarme muchos mecatos.

Abandono la cocina y me acerco a la entrada.

Estoy nerviosa con esta situación. Se supone que este fin de semana iba a disfrutarlo, arreglar las cosas con papá, pero no. Ahora tendré que esconderme en mi propia casa.

Levantó la mirada dispuesta a comentarle algo a Eric, pero la sonrisa se me borra cuando veo a la persona que está a su lado.

—Mara irá con nosotros. —Habla, evitando mi mirada.

<<Buen chico, sabe lo que te conviene.>>

No escondo mi mal humor y que no quiero tenerla cerca. Mara aparta la mirada, parpadeando. <<No me importa si se pone a llorar.>> Necesita saber que no es de mis personas favoritas en este momento. Al menos se avergüenza.

—Carga el mío. —Le ordeno.

Eric está cargando su baretta. Una de sus armas favoritas.

—De ahora en adelante tienes que ir bien armada Barbie. Aún no sé quién es ese tipo, pero debemos estar siempre pendiente. —Asiento. Me ofrece el arma.

—¿Ya tienen algo? —Pregunto, aunque ya se la respuesta.

Niega.

—Pero han notado que te están siguiendo y eso me preocupa.

Asiento, humectando mi boca.

Cuando regresé de la casa de Becher, no pude hablar con Eric por Nicholas, pero al otro día sí. Me dijo lo que ya me esperaba. No debía volver a casa sola y si tenía que salir a alguna parte tenía que estar con él o con Becher. Si no estoy con ninguno de los dos, tengo que estar armada para cualquier situación que se pueda dar.