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—¡Ah! ¡Mierda, no de nuevo!—se quejó el pelirrojo al ver que no llevaba ni quince minutos de juego cuando ya había sido exterminado.

—Sin malas palabras, chicos— pidió la señora Fazbear desde la cocina.

—¡Lo siento!— se disculpó el pelirrojo. Olvidaba que la madre de Fred estaba presente.

No le gustaba perder, pero eso era buena señal, significaba que su amigo ya se encontraba mejor de ámino, y si Fred estaba feliz, él estaba feliz, aunque claramente no iba a decirlo en voz alta, eso dañaría su imagen de "me-vale-verga-todo" , pero sí estaba feliz por él.

—JAJAJAJAJAJA, ¡EN TU FEA CARA!— exclamó Fred, botando el comando al piso y haciendo su baile de victoria, uno muy ridiculo a decir verdad.

—No tan fea como ese bailecito tuyo, parece que te retuerses de dolor.

—¡Fred, no grites!— reclamó de nuevo la madre del azabache.

—¡Perdón!— se disculpó— ¡Y mi baile no es ridiculo! — reprochó a su compañero que lo veía desde su asiento, con una ceja levantada y una sonrisa torcida en los labios.

—ajá

—Hablo en serio

—sí, claro, claro. Y yo soy caperucita roja, ¿No?

—pues lo rojo ya lo tienes

—y tú lo bruto

—¡¿Y eso qué?!

—¡¿Pos' qué?!

—¡¿Que de qué?!

Se miraron unos segundos con el entrecejo fruncido para después:

—JAJAJAJAJAJAJAJA— rieron ambos a carcajadas. La señora Fazbear, solo rodó los ojos con una sonrisa divertida. Ese par era irremediable.

—aah~ — suspiró el de ojos plata cuando se calmó arrojandose al sofá, pasando su brazo por los hombros del más alto— me cagas, pero me haces reír.

—Ja, ja, ja— soltó el pelirrojo apartandolo de un empujón.

—jsjsj, es broma, bebé sabes que te amo

—Yo a ti no

—Me amas~

—NO

—anda, yo sé que sí— susurró coqueto, colocandose sobre su regazo, quedando cara a cara. Lo tomó por las mejillas, estrujandolas, cosa que nada le gustó al pelirrojo— dime que me amas

Foxy negó con el entrecejo fruncidó. —¡Suelta! — dijo con dificultad.

—No, hasta que digas que me amas~— canturreó el azabache sin dejar esa mirada pícara que empezaba a hacer efecto  en el de ojos ámbar; manifestándose en un molesto sonrojo. Demasiado contacto.

—¡No! ¡Quítate!

—Bueno, no lo quieres decir pero las acciones valen más que mil palabras así que~ — dijo acercandose peligrosamente a los labios del pelirrojo, quién abrió los ojos totalmente aterrado.

—¡No! ¡No! ¡No! ¡Fred, fuck, no!

—Dilo pues~— exclamó para soltarlo lentamente. Foxy rodó los ojos molesto y sonrojado, más molesto que sonrojado.

—Te amo— susurró— Teamordidounperro JAJAJAJAJA—. Fred frunció el entrecejo.

—¡Oh, maldito traidor!— exclamó dando leves golpes, que lejos de lastimar al pelirrojo le hacían cosquillas— ¡Más vale que digas que me amas y no puedes vivir sin mí, si es que valoras tu vida!

Foxy se moría de risa. Fred estaba todo pendejo. Tenía al mejor amigo del mundo.

—No— volvió a decir el pelirrojo.

—¿Cómo que no? ¡¿Y qué le diré a los niños?!— dramatizó el azabache totalmente indignado.

—jaja, ¿Cuáles?

—Los que tenemos(¿

—¡Dios me libre!

—¡Ja! ¡Deberías estar agradecido por las bendiciones que te he dado! ¡Te he dedicado los mejores años de mi vida!

—jajajajaja, ¡Cállate!— exclamó el pelirrojo entre risas, tratando de quitar a su amigo, pero éste hacía caso omiso y más se le encimaba— Fred, ya dejame

—¿Qué está pasando aquí? Y quiero una explícación no Gay— Dijo Freddy que recién llegaba.

Ambos amigos detuvieron sus acciones y miraron al castaño.

—pero es más que obvio que no la hay— se dijo a sí mismo el de ojos azules, continúando su camino a la segunda planta, donde estaba su habitación.

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Enredos De Un EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora