Caminaba sin ganas por los pasillos de la escuela. Al profesor de geografía se le había ocurrido la genial idea de mandar a Fred por un mapa a la sala de material.Casi iba arrastrando los pies.
Escuchó el sonido de una pelota ser botada con fuerza contra el piso, el rechinido ocasionado por los zapatos al correr y los gritos de los compañeros.
Era martes.
¡Aguarden!
—¡Es martes!
¿Martes? Sí, martes. ¿Y qué tiene de especial un día martes? Que los martes era la práctica del equipo de basquetbol de la escuela, y adivinen quién estaba ahí ¡Así es, Gold!
Literalmente corrió hacia la cancha y se ocultó detrás de una de uno de los pilares que sostenían el techado del lugar.
Se asomó lentamente y sintió su corazón saltarle en el pecho cuando lo vio.
Se veía tan, pero tan bien, que daban ganas de sacarle una foto y mandarla a poner en un marco hecho de oro de 24 kilates.
— ah...te amo~ — sonreía como idiota, con las mejillas rojas.
En serio que su chico era atractivo, atractivo y adorable, a su modo claro. Incluso jugando mantenía ese semblante serio. Tenía el ceño levemente fruncido, el cabello se le pegaba a la frente por el sudor y al igual que él, pero por diferente motivo tenía las mejillas rojas.
—¡Tomen un descanso! — anunció el entrenador sonando su silbato.
Todos los integrantes del equipo volvieron a las gradas donde tenían sus cosas.
Fred se mantenía en su lugar observando al albino mientras tomaba agua de una botella.
— hasta la botella tiene más suerte que yo — se lamentó.

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Enredos De Un Enamorado
Hayran Kurgu-¿Por qué no solo te acercas a hablarle? -Porque no, además, ni siquiera sé su nombre. -¡Pues ve y pregúntaselo como una persona normal en vez de estarlo espiando por los pasillos! ~•~•~•~•~~•~••~•~•~•~•~•~• Segunda parte: "Querido Fred"