Gold acomodaba un par de libros en los estantes de donde habían sido sacados mientras Fred, empujaba el carrito para ayudarle y no estar de inútil, aunque, mientras lo hacía, trataba de distraerse usándolo como patín del diablo: subiéndose en él y trasladándose, impulsado por uno de sus pies.
El azabache observaba el semblante serio del rubio. Tan concentrado, tan falto de emoción, tan aburrido. Todo lo contrario a aquel día en el parque. Ese día hasta lo escuchó reír; ya lo había hecho en un par de ocasiones, pero era diferente: una risa discreta, suave. En cambio, esa vez lo escuchó reír a carcajadas, mientras se sujetaba el abdomen con fuerza y las mejillas se le tornaban de un vivo color rojo. Fue, simplemente hermoso. Pagaría millones solo por verlo así de feliz siempre.

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Enredos De Un Enamorado
Fanfiction-¿Por qué no solo te acercas a hablarle? -Porque no, además, ni siquiera sé su nombre. -¡Pues ve y pregúntaselo como una persona normal en vez de estarlo espiando por los pasillos! ~•~•~•~•~~•~••~•~•~•~•~•~• Segunda parte: "Querido Fred"