31

163 30 8
                                        

Bonnie llevó a su par de amigos hasta los salones cerca de la explanada, donde también se encontraba  el área de enfermería y era justo ahí, donde se encontraba el albino.

—Mientras ustedes hacían lo que estaban haciendo, decidí seguirlo y lo ví entrar aquí— mencionó Bonnie con total naturalidad.

—Es un maldito exagerado— mustió Foxy, cruzándose de brazos y frunciendo el entrecejo.

—En realidad, no. Investigué y es alérgico a las nueces— volvió a decir el más bajito.

Los ojos de Fred se abrieron como dos enormes platos—. ¿Alérgico?— exclamó, pues las galletas eran nada más y nada menos que sus galletas especiales: explosión de nuez.—¡Mierda! pude matarlo!

—Ni que tuviera tanta suerte— comentó Foxy a lo bajo, pero aún así Fred alcanzó a escucharlo; dedicándole una mirada reprobatoria.

—¡Yo no sabía!— se lamentó Fred— Dios...soy un peligro, primero lo del avión fallido y ahora esto...

—Te evitarías de penas si solo te acercaras a saludar— exclamó el pelirrojo.

Fred guardó silencio.

¿Acercarse a saludar? ¡Ni que estuviera loco! Verlo desde lejos era una cosa, hablar con él por mensaje de texto era más de que podía esperar pero ¡¿Hablar?! Era un suicidio.

Aunque quizá exagera, es decir ya tuvo una cita con él y no salió tan mal, de hecho fue excelente, se la pasó muy bien y no tartamudeó ni hizo nada que lo dejara en vergüenza. Quizá, Foxy no estaba del todo mal.

—Lo voy a intentar— dijo firme el azabache.

Foxy y Bonnie lo miraron sorprendidos.

—¿Escuché lo que escuché o solo imaginé que de pronto te crecieron bolas?

—¡Nop! Claro que lo Oíste— dijo Bonnie

—así es— sonrió orgulloso el azabache—.

—Lo veo y no lo creo.

—Pues Creelo. Ahora, solo necesito que me golpees

—¡¿Q-Qué?!— exclamó Foxy viendo incrédulo a su amigo.

—Que me golpees

—¡N-NO!

—¡Golpeame, carajo!— exigió, Fred, descolocando a sus amigos.

—¿Pero por qué? Eso es estúpido.

—No puedo entrar a la enfermería sin razón aparente— se excusó Fred.

—¿Y por qué no solo finges un dolor de estómago?— dijo molesto el de ojos ámbar ante la necedad de su loco amigo.

—Porque eso es para débiles, si quiero impresionarlo, debe pensar que voy a la enfermería por una Azaña peligrosa, como pelearme con díez brabucones a la vez, o algo.

—No sé por qué te gusta complicarte tanto la vida— suspiró cansado.

—¡Solo hazlo!

Foxy lo miro con duda. Mientras Fred le hacía señas, incentivandolo.

—ugh...— preparó el puño y...

—¡¡AAAAAAH!!

Enredos De Un EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora