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Se dirigió con calma a la puerta entreabierta de la enfermería. Se peinó el cabello con los dedos, y se acomodó la ropa antes de entrar; tomando aire un par de veces en el proceso.

Empujó levemente la puerta y se asomó por esta. Ahí estaba él, sentado sobre lo que parecía era una camilla.

—Hola— saludó en un susurro logrando la atención del albino, quién le sonrió en respuesta. Entró completamente al improvisado consultorio y cerró la puerta.

—¿Qué te pasó en el rostro?— preguntó haciendo una mueca; si dolía como se veía, ese era un dolor infernal.

—ah, ¿Esto? —señaló su mejilla— nada, ya sabes iba por el pasillo y de pronto uno de esos tipos que se creen más que los demás empezó a amenazar a un chico mucho más bajito que él —dijo con naturalidad; aunque fuese una total mentira, casi podía recrear la escena ficticia en su mente—. Y no podía permitirlo, no, así que interviene. Pero pues ya sabes, no pude salir ileso. Pero ni se siente.

Gold lo miraba atento desde su lugar. —Bueno, a mí sí me hubiese dolido hasta el alma. Se ve muy inflamado. Pero me parece una razón muy noble.

—Lo sé— mencionó sin pizca de modestia; Gold sonrió—. ¿Y tú por qué estás aquí?

Tomó asiento en una de las sillas que formaban una hilera pegada a la pared; simulando una sala de espera.

—Bueno, mi causa no es tan heróica como la tuya— dijo con la vista fija en su par; con una sonrisa irónica—. Me intoxiqué con una galleta. 

—JAJAJAJAJA— a pesar de que prácticamente fuese su culpa, le fue inevitable reír. Y es que vamos, eso sonaba simplemente ridículo. Pero al recordar a la persona de la que se estaba riendo, paró en seco—. Lo siento.

Para su sorpresa, el albino no parecía molesto, al contrario, sonreía. La sonrisa más hermosa del mundo (según Fred, quién casi babeaba al verlo)

—La verdad si suena estúpido— rió— si hubiese muerto sería la muerte más tonta del mundo, en mi lápida diría "Tipo de muerte: intoxicación por galleta" —. Exclamó con la vista fija en el contrario, segundos después, ambos  comenzaron a reír a carcajadas


Enredos De Un EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora