Enredos De Un Enamorado

30

—¡¿En serio?!— decía el pelirrojo persiguiéndo a su amigo quien solo lo había hecho a un lado para después salir del baño, para evitar la avalancha de preguntas que ahora se le venía encima.

—¡Sí!

—¡¿Pero por qué?! ¡Estábamos tan cerca!

— ¿Cerca? No estábamos ni cerca de estar cerca— exclamaba Fred sin dirigirle la mirada, apresurando el paso en su lugar.

—¡¿Qué?!, ¡No! — Tomó la muñeca del contrario impidiéndole seguir con su escape hacia ningún lado; logrando que le mirase, no muy amistosamente— ¿Pero qué pasa contigo? ¿Qué mierda le hiciste a Fred?

—¡No digas tonterías!— frunció el entrecejo y dio un tirón tratando de soltarse, pero fue inútil—¡Déjame!

Ante la falta de cooperación y terquedad de su amigo, Foxy no tuvo más remedio que ponerse rudo.

—¡No!— exclamó apretando del agarre dando un tirón hacia el frente, acercándolo más a sí— ¡Ahora escúchame bien! Ese tipo me parece un total idiota. No me agrada el plan en absoluto. No me parece bueno para ti, y aún así he hecho de espía, he ayudado en tus planes con el fin de que logres algo, hasta una puta cita te conseguí, a pesar que la idea de que salgas con él no me guste, ¡¿Y tú quieres abandonar todo por una estúpida galleta?!—. Los ojos de Fred se había vuelto cristalinos; su mirada temblorosa y duditativa se había quedado fija en los ojos ámbar de su compañero que en este momento parecían devorarlo vivo.

—l-lo siento— susurró, siéndole imposible mantener las lágrimas a margen—. Lamento haber actuado así, creo que me sentí presionado porque las cosas no salieran bien... perdóname.

Foxy sonrió de lado. Le tuvo que haber dolido lo que le dijo cómo para que le pidiera perdón, ahora era él, el que se sentía culpable. Deshizo el agarre y llevó las manos a las mejillas del más bajo para limpiar las lágrimas; bajo su atenta mirada. Y aunque no era su especialidad, no dudó en abrazar a su amigo, quién correspondió con gusto el abrazo.

—No pasa nada, lamento haberte hablado así— se disculpó Foxy.

—Lo necesitaba— susurró Fred cerrándo los ojos y abrazándolo más fuerte, disfrutando de la cálida muestra de afecto.

—Si ya terminaron su final cursi de telenovela— interrumpió Bonnie—, hay algo que quisiera mostrarles.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•