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—Entonces—soltó Foxy, sin dejar de ver la pantalla y de mover las manos casi automáticamente sobre el comando del juego—, ¿Cómo vas con el rubio?

—Bien— sonrió— hasta tuve tiempo de sacarle una foto.

—¡¿Te dejó sacarle una foto?!

—No exactamente— comentó haciendo una mueca.

—Estás enfermo

—Enfermo de amor~— canturreó con una sonrisa ladina, mientras hacía un movimiento de patada doble con giro mortal, dando muerte al avatar de su amigo.

—¡O-Oye!— exclamó al ver a su personaje volar es millones de pedacitos— ¡Estaba a punto de ganar el pudin de oro!— hizo un puchero— solo me faltaban trescientos puntos.

—pff, mejor toma— rió, pasándole un pudin al pelirrojo.

—Bien, quizá te perdone.

—sí, sí— mustió Fred, restandole importancia al asunto.

—Y, cambiando drásticamente de tema, ¿Cuándo darás el siguiente paso?

—¿De...?

—Con el niño galleta

—ah...pues, no sé; apenas logré acercarme a él. No quiero parecer desesperado. Tengo que ganarme su confianza primero.

—mmh, pues date prisa con eso. Falta menos de dos meses para terminar el año, y cuando eso suceda, bye, bye galletita~

Fred pasó saliva.

Enredos De Un EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora