S:Con que así se llama la perra -puso sus manos en su cabeza por unos segundo-
C:-soltó una risa- No tienes derecho a decirle así, te recuerdo que tu no eres una santa o... ¿acaso no te acuerdas cómo te conocí?
S:Necesitaba dinero y lo sabes.
C:Hay mejores formas de ganar dinero... pero tu preferiste ser prostituta ¿No?
S:¿Y tú que hacías, Christopher? Tu pagabas por tener a una en tu cama. Eres un hipócrita. -él bajó la mirada- Déjame hacerte una pregunta... ¿ella siente lo mismo que tú? -él alzó su mirada-
C:No tengo idea... pero... si no lo siente, la dejaré ir... no la obligaré a sentir algo por mi.
S:No te ama, Christopher.
C:¿Y eso en qué te ayuda? Si ella no me ama no significa que por arte de magia te ame a ti, te lo dije, no te amo, Samantha.
S:Perdiste a alguien que te ama, Christopher; a alguien que daría todo por ti... púdrete.
Ella dio la vuelta y empezó a caminar a paso apresurado con los ojos llenos de lágrimas.
Él soltó un suspiro, subió a su auto y fue al centro comercial.
__ estaba aburrida, cuando estaba con Christopher siempre tenía una sonrisa en su rostro aunque sea por una estupidez pero ahora estaba sola.
Salió de su habitación y fue a la de Christopher.
Se recostó en la cama y cuando su rostro tocó la almohada sintió el perfume de Christopher.
Abrazó la almohada y puso su cabeza en la que había a un lado.
Encendió el televisor y puso una película.
Cuando terminó de verla le dio un poco de sueño y se quedó dormida.
Él llegó al departamento después de comprar algunas cosas y las puso en el mesón de la cocina.
Fue a la habitación de __ pero no la encontró.
Fue a la suya y la vio dormida. Sonrió y se acercó a ella.
Acarició su mejilla y dejó un pequeño beso en su frente.
Salió de ahí y fue a la cocina para preparar algo de comer.
