CAPÍTULO 59

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__:¿La última?
C:Estoy seguro que después de ti, nadie más entrará aquí.
__:Te amo -sonrió-

Él sonrió, se acercó a ella y la besó.

C:¿Cómo puedes ser tan hermosa? -miró su rostro y ella rió-
__:¿Genética?
C:No, esto -acarició su mejilla- no es solo genética, esque mírate, eres una creación de los dioses -acarició su labio con su pulgar-
__:Bueno, tu eres realmente atractivo -sonrió- me gustas -ella mordió el labio de él y él sonrió-
C:Tu a mi me encantas -puso sus manos en su cintura-

Habían pasado los días y ambos cada vez demostraban más su amor, cada día se conocían más y cada día se amaban más.
Pasó al rededor de un mes y a ella le llegó de nuevo la regla, la diferencia era que ahora su humor no era como el de la vez pasada.

C:Amor, ¿Qué tienes?
__:Ya te dije que nada, Christopher.
C:Hermosa, por favor dime.
__:Sólo déjame dormir -se volteó-

Él soltó un suspiro y la abrazó por la cintura. Ella se cerró sus ojos e intentó dormir aunque aún eran las 2 de la tarde.

C:Te amo -susurró-

Ella no respondió, él sintió su celular vibrar y se separó de ella.
Se levantó y contestó la llamada.

C:Joel.
J:Christopher, necesito hablar contigo.
C:Dime.
J:En persona, ¿puedes venir?
C:Estoy ahí en media hora.

Cerró la llamada y caminó hasta el otro lado de la habitación para estar frente a ella y se agachó un poco.

C:Mi amor, me tengo que ir, volveré más tarde.
__:No me importa -él soltó un suspiro-
C:Te amo.

Se puso de pie completamente y caminó hasta la puerta del departamento.

C:Zabdiel, volveré más tarde, cuídala.
Z:Si, señor.

Él fue a su auto y se subió en él. Empezó a conducir hasta llegar a uno de los departamentos de Pimentel y lo llamó.

C:Ábreme, estoy afuera -se bajó de su auto y caminó hasta la puerta-

Vio la puerta del departamento abrirse y entró.

J:Christopher -lo abrazó- ¿Cómo has estado?
C:-suspiró- Pues __ está algo... rara. ¿Tu? -se sentó en uno de los muebles-
J:Lo mismo de siempre -se sentó al frente de él-

Joel y Christopher se habían hecho amigos muy cercanos aunque la mayoría de las veces solo hablaban por llamada. A veces se veían para hablar de negocios pero terminaban hablando de sus vidas.

C:¿Para qué querías verme?
J:Hace tiempo no hablábamos.
C:Pasó una semana -rió-
J:Lo sé, lo sé, pero -soltó un suspiro- necesitaba hablar con un amigo y creo que tu también.

Mientras tanto en el departamento de Christopher.
Ella salió de la habitación y abrió la puerta del departamento.

__:Zabdiel.
Z:Señorita __, -sonrió- ¿cómo está?
__:Te he dicho que no me digas señorita -él sonrió-
Z:Lo siento es... es la costumbre.
__:¿Sabes a qué hora vuelve Christopher?
Z:No, lo lamento.
__:No importa... ¿Quieres pasar a tomar algo?
Z:Perdón señorita... __ -sonrió- pero mi trabajo es cuidarla desde aquí afuera.
__:Solo será un momento ¿si?
Z:Solo un momento -sonrió-

Ambos se habían perdido en el tiempo y pasaron hablando toda la tarde.
Christopher había salido del departamento de Joel y fue a comprar rosas rojas para ella, algunos chocolates y volvió al departamento.

C:¡Hey! ¿Sabes dónde está Zabdiel? -le dijo a uno de los guardaespaldas-
×:Entró a su departamento hace unas horas y no ha salido, señor.

Su mandíbula se tensó y caminó hasta la puerta.
La abrió y entró al departamento, caminó hasta el comedor y los vio riendo.

C:¿Interrumpo? -su mirada se centró en Zabdiel y su mandibula se volvió a tensar-

MÍA || CHRISTOPHER VÉLEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora