Un Padre, Cinco Hijos

CAPÍTULO 19: Hijos ante la ley

CAPÍTULO 19: Hijos ante la ley

Allen

Miré intranquilo los papeles frente a mi para luego volver mi vista hacia el hombre que me los había dado.

-No entiendo porque estas tan nervioso, ¿Cambiaste de opinión?

-Mierda, no.

Aún así, a sabiendas de que no me arrepentía, mis nervios no se iban. Estaba a punto de firmar unos papeles que cambiaran, no solo mi vida, sino la de tres niños más. Mierda, ni siquiera éramos sólo nosotros los involucrados, eran todos los que me rodeaban.

-¿Entonces?

-Estoy nervioso, Lean.

Respiré hondo y jugueteé con la lapicera en mis manos. Lo miré nuevamente y sus ojos azulados me miraron fijamente, estudiándome.

-¿Sucede algo más?

Suspiré. Claro que sucedía algo más, sucedían muchas cosas, pero no sabía cuál era la que respondía a esa pregunta.

-¿Tiene algo que ver con tu padre protegiendo a sus nietos?

Fruncí el ceño al oír esa pregunta, y me guardé los impulsos de hacerlo reformularla.

-Estoy un poco asustado-admití.

Lean enarco una ceja, y proseguí a volver a hablar.

-Yo... no entiendo porque Andrew esta actuando como si de repente yo le interesara, o como si los niños le importaran en lo más mínimo. Pero eso no cambia nada en mi, solo me hizo hacerme preguntas.

-¿Qué clase de preguntas?-cuestionó. Y evite sonreír cuando mi amigo entrelazó sus manos encima de la mesa. Eso y su traje gris le hacían ver como un psicólogo.

La sala no estaba oscurecida, por los ventanales entraba la luz anaranjada que producía aquel atardecer. Era bonito, pero más bonito era ver como, en el patio, los niños se entretenían jugando y corriendo de un lado a otro. No se cansaban. Mientras tanto, Chris fingía estar fastidiado, ahí, sentado bajo un árbol y fingiendo leer un libro que había sacado de mi habitación.

-Tengo miedo de ser un mal padre, y ahora no solo para dos niños. Tengo miedo de no estar tomando la decisión correcta-susurré, siendo testigo de como los rizos de aquel niño se movían ligeramente por el viento-. Me aterra ser como él-susurré.

Respiré hondo y vi nuevamente los papeles.

-De verdad que quiero hacerlo, quiero cuidar de ellos pero... yo no tuve un padre, Lean, de verdad no se que tengo que hacer-susurré-. No quiero que se sientan solos, pero yo... no se si soy suficiente para ellos. Mierda, hace cinco años que no hago más que cagarla con ellos, ¿Por qué el mundo decidió darme tres más?-solté fastidiado.

Desordené mi cabello y respiré hondo, calmando aquellas sensaciones que no me dejaban pensar. De verdad estaba aterrado.

-Allen, ¿Tu eres consciente de lo que esos niños te quieren?-murmuró con el ceño fruncido-. Yo soy testigo de todas las sonrisas que esos dos te regalan día a día. Y créeme que los mellizos se les están uniendo. Y ni hablemos de Christopher, míralo, ahí, fingiendo que no quiero estar aquí cuando todos sabemos la paz que eso le da.

-¿Tu crees? Si te escucha seguro se molesta- susurré divertido.

-Si, lo creo- río también-. Pero sabes que, esos chicos tampoco tuvieron un padre, y están aprendiendo lo que es. Así como tu a serlo. Nadie te pide que seas el padre del año, desde luego que no, por supuesto, después de todo...