Capítulo 22. After Flames.

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Capítulo 22. After Flames.


Bajo del autobús seguida de Nicholas y nos reunimos frente a la señora Ainsworth y el señor Carvajal, el cual parece molesto. La señora Ainsworth toma la palabra cuando este parece negarse a hablar.

—Como la mayoría sabe, es parte de la tradición reunirnos en el corazón del pueblo antes de que nuestro año termine para conectar nuestros cuerpos con los orígenes. —Todos asienten emocionados y la profesora de arte sonríe. —Bien, tendremos toda la mañana y tarde para visitar lugares especiales y nunca olvidar nuestra historia.

— ¿Vinimos a aprender? —Giro viendo a Clarke con su brazo sobre el hombro de Nessia. Este me sonríe con picardía antes de pasar su lengua por su labio inferior. —Creí que este era tiempo de la libertad condicional que imponen en la cárcel que llaman escuela.

Algunos ríen, mientras otros hacen muecas. Uh.

—Idiota. —Bailey finge toser cuando la palabra sale y todo se ríen.

El señor Carvajal sonríe por primera vez, aunque a la señora Ainsworth no parece agradarle mucho el chiste entre mi amiga y Grainger. El profesor carraspea antes de ponerse recto.

—Sí, señor Grainger, en cada viaje en cualquier parte del mundo, se aprende algo nuevo. —contesta y los bufidos no tardan en llegar.

—A ver. —La señora Ainsworth levanta un poco la voz y cuando todos se callan ella sonríe a gusto. —El señor Carvajal los dividirá en dos. Señorita Grey, hoy será la mano derecha del profesor.

El señor Carvajal finge indiferencia. Frunzo el ceño. El profesor nos divide, además de alejar a Dominic de mi amiga.

— ¿Disculpe? —Pregunta casi ahogándose B. El señor Carvajal sonríe pero presiona los labios cuando encuentra mi mirada. Luego miro a mi amiga.

—Dijiste que querías ser presidenta de la clase, bien. Hoy estarás con los grandes. —Los chicos silban y aunque Bailey ama la atención no puede evitar su incomodidad. ¿Qué pasa con ella? Con lo que la conozco habría apostado a que se sentiría más que feliz. —Señor Allen. Hoy será mi pupilo. —Jack resopla y se coloca a su lado. —Bien. A divertirse.

Tomo la mano de Bailey antes de que dé un paso.

— ¿Estas bien? —Sus mejillas se sonrojan y estoy atónita. Incluso sonrío. ¿Quién es esta chica y que hizo con mi amiga?

— ¿Qué? Sí, por supuesto que sí. —Evita mi mirada y el sonrojo comienza a aparecer en su cuello.

¿La señorita coqueta esta tímida? Oh por Dios...

—No me digas que tienes un crush por nuestro profesor...

Ella me mira atónita y luego comienza a reírse incomoda.

— ¿Qué? Tía, por supuesto que no... la puta que me pario... —Entrecierro los ojos cuando no entiendo lo que dice.

—Bailey... —me rio de ella. —Pareces un tomate.

—Hace calor, ¿sabes? —se defiende quitándose el saco. Si claro, estábamos a catorce grados, dentro de poco no serían solo las montañas las que estarán cubiertas de nieve.

— ¿Señoritas? —La señora Ainsworth nos mira con los brazos cruzados. Su cabello castaño estaba perfectamente recogido en un moño alto que estiraba sus facciones.

Ambas asentimos y comenzamos a caminar.

Nos dividen y nuestra primera parada es la calle Smith.

Dark Academia © LIBRO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora