Capítulo 44. Mortífero Presagio.

463 62 76
                                    


Capítulo 41. Mortífero Presagio.


Su neblina es disparada hacia mí, pero mi fuego choca con ella haciendo que, en medio de ambas fuerzas, cenizas empiecen a volar por el aire. Me siento cansada, pero no estoy dispuesta a darme por vencida.

Grito dejando que mi magia oscura salpique sobre la blanca, dándome el impulso que necesitaba.

Tatiana abre sus palmas hacia abajo y siento como el suelo bajo nosotras tiembla. Una larga pila de raíces comienza a ascender del agua, y escucho como se agrieta el hielo bajo nosotras.

Las raíces se prenden en fuego cuando las lanza contra mí, pero no se consumen actuando como un conductor de su magia negra.

Las esquivo como puedo. Intento usar mi magia, pero estoy transpirando, sintiendo como me falta el aire y las fuerzas para seguir de pie.

La liana me golpea varias veces haciéndome gritar de dolor retorciéndome sobre la nieve, que, aunque ayuda a que el fuego no me lastime lo suficiente, no es suficiente para que no me duela.

Miro a Bailey llorando en su sitio con sus labios tapados por niebla oscura, su dolor, agonía, desespero, impotencia... todo eso me es suficiente para activar la furia dentro de mí, mientras derramo lágrimas.

Tatiana vuelve a lanzar la liana, pero esta vez la atrapo con mis manos dejándola estoica. Me quema las manos, pero no me importa, empujo el tallo hacia mí, hago que el resto se enrolle en los pies de la bruja y esta cae siendo arrastrada en mi dirección.

Apago las flamas manipulando el agua del lago, a su vez, mojando a la bruja haciéndola chillar mientras su aliento se dispersa en el aire soltando jadeos intentando recuperar el aliento.

Cuando llega a mí me siento sobre su estómago y atraigo mi espada hacia mí con mi magia. Siento como esa ira me impulsa a más de un rasguño, quiero verla retorcerse de dolor, verla sangrar por mis manos... y casi lo hago cuando el jefe de los Adders grita.

— ¡Suficiente!

Retrocedo despertando de mi ensoñación macabra. Incluso me aterro de mí misma.

Iba a matarla.

Las flamas se van apagando levemente.

—Tatiana, ya probaste tu punto. —gruñe antes de dirigir sus ojos negros hacia mí. —Ya sabes lo que queremos. Y ahora que hemos visto tus habilidades, y de lo que eres capaz. Él no descansara hasta tenerte.

Eso me enfurece.

No soy la jodida muñeca de trapo de nadie.

—Si me quiere que el mismo venga a buscarme. ¡Si es tan fuerte como dice ser, entonces que no se esconda detrás de sus perros falderos! —bramo alzando la voz levantándome.

Tatiana se aleja y se acerca de Bailey.

Veo claramente cómo se cierne a su lado mostrando que soy vulnerable mientras tenga a mi amiga en sus manos.

—Oh, créeme, él vendrá. —sonríe Tatiana colocando sus manos sobre las mejillas de mi amiga presionándolas. —Y tú estarás a su merced, como debe ser.

Me lastima verla atada, sangrando, llorando silenciosamente. Bailey Grey es una reina capturada. Puedo palpar la vulnerabilidad en ella.

Doy un paso al frente.

Tengo dos opciones; irme con mi hermana y dejar morir a mí mejor amiga, o entregarles lo que quieren y dejar a todos fuera de esto.

Y dejar morir a Bailey no es una opción.

Dark Academia © LIBRO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora