Capítulo 33. Luz Solar.

577 61 50
                                    

Capítulo 33. Luz Solar.

"Hereje no es el que arde en la hoguera. Hereje es el que la enciende" —William Shakespear.

Galia

No soy una chica fácil de asustar, pero estas putas serpientes solo podían significar una cosa: paganos. Los malditos ya estaban aquí.

Las serpientes son negras con detalles brillantes, hermosamente peligrosas.

—Genial, esto me pasa por hacerles caso. —Me quejo.

—Cállate, princesa. Mejor sácanos de aquí antes de que terminemos amordazados por esos idiotas. —Me toma de la mano Jack.

Ahora más que nunca, quería unos zapatos hechos con piel de culebra.

§

Días antes

Bailey

La campana suena dejándome respirar. Al fin. Solo faltaban dos semanas para las vacaciones de invierno, dos meses bien merecidos.

—Eso es todo por hoy, gracias. —La clase de historia termina.

Vaya mierda, ya me había acostumbrado a la presencia de Hilarie a mi lado. Ni siquiera el ratón de biblioteca está aquí. Aunque no podía culparlo, su amor por Hilarie comenzaba a consumir su alma tan fuertemente, que no podía verlo más que reducido a nada en el futuro.

El amor era la maldición más grande para nuestra especie. Yo espero nunca enamorarme, no quiero ser de alguien más que de mi misma. Esta reina no necesita de un hombre para tomar la corona, gracias.

—Señorita Grey, ¿puedo hablar con usted?

Los dioses en serio que gozan de sus movidas.

Asiento desconfiada, quedarme a solas con Alonso no siempre salía bien. Miro de reojo al resto, pero los estudiantes fingen demencia yéndose.

Esta clase se sentía aburrida sin los genios. Arthur cuidaba de mi amiga mientras Galia y Jack los acompañaban. El director no podía ausentarse, así que los chicos se quedaban como protección para las hermanas.

— ¿Que necesita? —pregunto cuando él cierra la puerta. Me siento sobre el escritorio cruzando mis piernas.

—Me han contado que la situación con la señorita Leatherwood es complicada.

Asiento sacando un chicle de mi bolsa saboreando la mora en el.

No es un secreto, todos fueron testigos durante la cena del año nuevo como las sombras reclamaban su alma. La oscuridad es una perra muy mala.

—Ella y Acacia han salido muy afectadas, —digo. —no es fácil cuando no naces en el aquelarre.

— ¿Ha tenido más pesadilla? —Se acerca.

—Hilarie ha estado más calmada. —miento mordiendo mi labio. —Estar en la villa le ayuda.

Han pasado dos semanas y aunque la ansiedad de Hilarie no la ataca constantemente, Arthur acudió a mí para decirme que tuvo una parálisis y luego algunas pesadillas, la están atormentando en sus sueños. Como bruja hice mi parte dándole un atrapa pesadillas con muérdago en el, ha estado más tranquila, pero aún hay momentos en los que los tormentos se salen con la suya.

El señor Carvajal se acerca a mí con pasos delicados como un bailarín.

—Es satisfactorio conocerla tan bien... Porque sé cuándo me miente. —su voz rasposa y profundo choca contra mi mejilla.

Dark Academia © LIBRO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora