Capítulo 43. La Primera Batalla.

412 57 6
                                    


Capítulo 43. La Primera Batalla.


La ansiedad se aferraba a mi cuerpo presionando con fuerza.

Hoy muchas cosas cambiaran en mi vida, y aunque quería ser fuerte, no sabía si sería capaz de soportar todo el peso que me estaban lanzando, no sería fácil. No sabía si lograría salir viva de esto.

Suspiro y me levanto del sillón en la habitación.

—Es fácil. —sonríe Nessia cuando llego a ella. —Existen varios hechizos, pero hay una manera de hacerlo al natural.

— ¿Cómo? —inquiero.

—Caos. —asiento saboreando mis dientes. —He visto que usar tus poderes quema tus manos.

Vuelo a mover mi cabeza mirando mis uñas oscurecidas, un pequeño precio por lastimar a Arthur Cowen.

—Bien, debes canalizar tu energía en el caos pero sin exigir mucho de ti, mientras más exijas, más alto será el precio.

Soplo el mechón de mi cara antes de dar un paso frente al espejo y digo mentalmente el hechizo. Pero aunque una pequeña luz se asoma, se apaga tan rápido como llega.

—Tranquila, estás aprendiendo.

Asiento.

Intento varias oraciones pero no son suficientes.

Resoplo comenzando a molestarme.

—Intenta con el caos... pero recuerda, enfócate y así no te lastimaras. —sonríe mordiendo su labio.

Asiento viendo toda la habitación.

Diviso un jarrón con flores y decido tomar tres.

Me enfrento al espejo y comienzo a imaginar cómo se mueve el portal, de qué color y forma es, creando un óvalo con bordes borrosos brillantes, el portal daba al invernadero.

¿Lo he logrado?

— ¡Bien! —aplaude feliz. —Una vez damas y caballeros, Hilarie Leatherwood lo volvió a hacer. —profundiza la voz haciéndome reír.

—Buen regalo de cumpleaños. —bromeo.

Tocan la puerta y el portal se cierra.

—Chicas, es hora. —la voz de Nicholas se alza al otro lado de la puerta.

Respiro hondo.

Las flores se han vuelto cenizas en mis manos y las dejo ir por la ventana antes de cerrarla.

—A patear esos culos grises. —bromea.

Reímos y salimos de su habitación.


§


La arena de la playa se adhiere a mis botas negras a medida que avanzo sobre ella. No puedo evitar sentirme nerviosa y ansiosa de una mala manera, con mi mente creando diferentes escenarios en donde todo sale mal. El ambiente tenso y frio no ayuda mucho.

Todos estamos vestidos para la pelea, con trapos similares. Pantalones y suéter adheridos a nuestra piel con pedazos de metal en el pecho y las rodillas, el metal tenía leves dibujos, como una bonita pero efectiva armadura mágica.

Ciara ya los había hechizado, así que nos protegería lo suficiente.

Luego de caminar por unos quince minutos damos con nuestro destino.

Dark Academia © LIBRO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora