Capítulo 05. Di que sí.

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Capítulo 05. Di que sí.

"Si tienes la suerte de ser diferente, nunca cambies."—Taylor Swift.


―Señorita Leatherwood... siete minutos tarde. —me indica la señorita Ainsworth.

―De veras lo lamento, no encontraba el salón. ―hago una mueca.

La maestra me sonríe y me señala un puesto libre, justo entre Clarke y Jack. Camino directamente con la vista en mis pies.

―Bien, como seguía diciendo... el arte es uno de los factores en la historia más importantes, en donde no solo se trata de pasar un pincel por lienzos, llenarlos y ya está. ―Tomo asiento y dejo la mochila a un lado. —Sino que se trata de transmitir lo que no puedes llegar a decir con palabras. Así que mis niños, hoy van a ser libres de pintar lo que quieran decir. No importa la técnica, los colores. Abstracto o no, hoy serán libres, así que tienen una hora para enseñarme sus más profundos deseos.

Me giro hacia Clarke y veo que tiene una paleta entre los labios y se coloca unos auriculares.

— ¿Puedes escuchar música en clases? —Me guiña un ojo y me muestra su walkman. Sonrío viendo que está escuchando Panic! at the Disco.

—Consíguete uno y te presto el casete. —Golpea con los dedos su reproductor. —La maestra ama estas cosas, por eso lo permite.

—Lo pensaré. —asiento.

Vuelvo la vista al frente y veo que la señora Ainsworth está pintando mientras usa el mismo reproductor, al igual que la mayoría.

Me limito a escuchar el pequeño sonido que sale desde los auriculares de Clarke y tarareo un poco la canción que escucha.

Tomo el pincel y comienzo a imaginarme que quiero pintar. No soy una experta, pero al menos intentaría algo. Comienzo a mezclar algunos colores, al menos sabía cómo salir adelante en esto, o al menos eso decía mi padre.

—Diez minutos. —avisa la señora Ainsworth y sigo pintando líneas y las trazo de aquí para allá mientras me imagino que Brendon Urie me susurra al oído.

Y cuando el tiempo se termina veo con satisfacción lo que he pintado, un atardecer y unas zapatillas tiradas en el pasto mientras una copa de vino está al lado de esta. No sabía por qué, pero termine pintándola en último momento.

La señora Ainsworth se pasa por cada asiento chocando sus tacones de punta contra la madera.

—Nunca decepciona señor Allen. —dice mirando el lienzo de Jack. Y yo me tomo el atrevimiento de ver también, encontrándome con que ha dibujado una guitarra y detrás de esta la silueta de una mujer, siguiendo las mismas curvas en ambas. Vaya, los detalles que ha hecho son impresionantes, pero lo tomo un poco explicito para un adolescente.

—Vaya, no sabía que pintara, señorita Leatherwood.

Volteo hacia mi pintura y la miro detallando los trazos, no era tan buena como Jack pero había hecho un gran intento.

—De hecho es lo mejor que hecho... fue sencillo trazar el crepúsculo.

—Es hermoso... al igual que las zapatillas. —Me guiña su ojo izquierdo yéndose hacia Clarke, quien me deja paralizada. Ha dibujado el torso desnudo de una mujer mientras sostiene un racimo de uvas verdes.

Los senos de la mujer caen un poco hacia abajo, tiene las piernas pegadas haciendo una pequeña V, y los tonos rojos y rosados son los más fuertes.

—Creo que lo explícito, siempre son factores muy presentes para usted, señor Grainger.

Dark Academia © LIBRO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora