II: Condesa.
—Tengo un anuncio que hacerles. —mi padre se levanta de la mesa haciéndonos prestarle total atención —iré al grano así es que, la familia real nos ha hecho una invitación al castillo ya que su majestad el rey ha caído en cama. Nosotros siempre mantuvimos una buena relación con ellos. Es un honor y así debemos tomarlo, visitar el castillo ahora durante toda una semana. Hasta el baile de invierno al cual por supuesto también nos han invitado. Si el rey muere, inmediatamente el príncipe ocupa su lugar. Así que, a la salud del rey.—todos en la mesa levantan sus copas repitiendo la última oración.
La mención del príncipe a decir verdad, no me quita el sueño. Es decir, no lo conozco pero siendo tan jóven y con un reino a su mando; podría cometer equivocaciones por su falta de experiencia.
A mí pensar.
Lo dejo a criterio de alguien más así que no tengo por qué darle tanta importancia.
—¿Cuándo partiremos? —pregunta mi madre ésta vez.
—Mañana mismo.
Casi me atraganto con el vino que estoy tomando.
(...)
—¡Yo lo amo! —la rubia se hinca a mis pies. —alteza...por favor, no me deje...
—Levántate. —demando. Ella lo hace de inmediato con las manos temblorosas. —deja de humillarte Neferet. Lo hicimos unas tres veces, en serio me gustó, pero yo no te amo. Y no lo siento por qué desde un principio te dejé en claro que ésto era sólo sexo. Así que no digas estupideces sobre amor. No me conoces. —se queda callada con la mirada baja y lágrimas cayendo por su rostro. Bufo ante su comportamiento así que levando su barbilla, seco un poco sus lágrimas y me acerco para besar sus labios. Ella busca los míos al mismo ritmo tratando de resprirar con regularidad hasta que la apartó despacio y acaricio su mejilla. —Ahora vete. —ella asiente frenéticamente antes de salir por la puerta de mi despacho haciendo una reverencia.
Neferet no era fea, sus facciones eran hermosas y su cabello rubio natural la hacía ver muy inocente. Ella es bella pero no como para formalizar algo. Yo sé que jamás podría llegará a amar a alguien.
Ni mucho menos depender de una mujer.
Eso es para débiles y en lo absoluto yo no era uno de esos.
Alguien toca a mí puerta haciéndome reaccionar, respondo con un “adelante” y regreso a la silla detrás de mí escritorio.
Dimitri hace una reverencia cuando ingresa a mi despacho —Cierra la puerta. —le digo mientras abro papeles.
—Alteza, está totalmente listo lo que ordenó.
—¿Cuántas gotas?
—Tres mi señor.
—Perfecto, el doctor ¿Qué dijo?
—No entiende por qué el estado del rey no mejora, si continuamos con el plan usted estaría ocupando su lugar en tres meses aproximadamente.
—Perfecto. —murmuro para mí mismo mirando hacía la daga enmarcada que mi padre me había regalado al cumplir los quince años. —Necesito que vayas a indagar sobre Vicent, quiero saber que planea. También como van con los preparativos para el baile de invierno y la familia que llega mañana al castillo.
—A sus órdenes Alteza.
—Ya puedes irte Dimitri. —hace una reverencia final hasta que sale nuevamente.
No puedo quedarme ahí sentado,
Pero al casi llegar a la puerta, ésta se abre dejándome ver a la reina nuevamente ante mis ojos.
—¿Qué te ha dicho Dimitri? ¿Cómo va todo?
—En tres meses, la corona estará en mi cabeza madre. —ella parece sonreír satisfecha mientras acaricia mis mejillas.
—Niall Horan, próximo rey de Inglaterra, así debe de ser mi amor. —la gente siempre dijo que me parecía más a mi madre.
Ahora lo compruebo totalmente.
(...)
—¿Eris? Ha, sabía que estabas aquí. —Thais abre la puerta de mi habitación para después tomar asiento en uno de los sillones individuales que hay a los pies de mi cama.
—¿Ya terminaste con tu maleta? —asiente.
—¿Crees encontrar a un duque o a un conde apuesto?
—Y no olvidemos el título en la realeza, buen apellido y adinerado. —decimos al unísono.
—No lo sé, sólo me emociona volver a ver a Harry y Liam. También a Neferet. —asiente.
—Hace años no los vemos, tienes razón. —hace una pausa. Domitila y Darán -mis sirvientas personales- me ayudan doblando perfectamente cada prenda. —oye, ¿Qué opinas tú sobre el príncipe? Dicen que es apuesto.
—No lo conozco pero yo me lo imagino demasiado soberbio y desobligado.
—En eso te equivocas hermana, si por algo conocen al príncipe de Inglaterra es por cuidar y salvaguardar del reino en la ausencia de su padre. Es el heredero después de todo y todos te pueden afirmar que tiene el material de un verdadero Rey. —la miro unos segundos.
—Mis espectativas son altas.
—Eres tan difícil de impresionar. —resopla. —No sé si sea verdad pero, unas fuentes desconocidas me han dicho que es un Dios del sexo. —las mucamas se ponen rojas ante el comentario de mi hermana. —lo llaman El galán de las mil y un noches. Dicen que cuando te besa, es como sentir el oro en tus labios tanto que no puedes dejar de desearlos. Eran tantos los encantos del príncipe que parecía que con cada mujer con la que salía, se derretía ante sus pies.
—Es todo un casanova entonces.
—Aún no ha llegado la indicada, eso es lo que pasa. Pero cuando lo haga, no dudes en qué la verá y adorará como toda una deidad.
Y por primera vez la mención en la vida de un futuro monarca me interesó realmente.
El futuro rey trasmite misterio en una sola palabra.
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𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 #𝟏 [COMPLETA] ©
FanfictionLos extraños rumores sobre un rey enfermo se apoderan del reino mientras una misteriosa plaga de enemigos comienza a extenderse. El heredero al trono es la única opción para salvar a su gente del caos. Ninguno sabía de lo que aquel príncipe era capa...