VI

653 60 5
                                    

VI: Do not touch me.

—Suélta, me estás lastimando. —me quejo.

—¿Qué haces aquí? —frunce el ceño con molestia.

—Eso no te incumbe. ¿Por qué no vas a jugar a ser el rey en tu castillo y me dejas en paz? —intento dar la vuelta pero éste me detiene otra vez.

—Vamos a hablar.

—Yo no tengo nada que hablar contigo. No me sorprendería nada de ti ya.

—¿Qué fué lo que te hice? —grita en un susurro muy cerca de mi sin soltar mi muñeca, comienza a doler.

—¿En serio? ¿No puedes ser menos descarado? —no dice nada —¿Quieres que te lo repita? —asiente —Bien, estuviste apunto de golpearme por no querer acostarme contigo. Dos, controlabas hasta la manera en la que me vestía, ¿Quién hace eso?, Tres, sé que eres un asesino. —su ceño se frunce con más sutileza. —Ahora amablemente te pido que me dejes tranquila.

—No lo haré, sabes que no puedo. Eso...eso fué un arrebato.

—¿Un arrebato? Te buscaste a una concubina esa noche y te la cogiste para bajarte el calentón.
Vaya arrebato, ya suéltate y déjame en paz.

—Que no voy a...

—Es claro que no entiendo lo que están diciendo pero también es obvio que te está pidiendo que te largues Vincent. —No puede ser.

—Niall Horan... —sonríe con burla olvidándose completamente de mi. —No pensé que estuvieras presente.

—Es mi baile, era obvio ¿No?

—Si, claro.

—Bien, ahora vete y no molestes más a mis invitados.

—Y si no me apetece hacerlo, ¿Qué? —responde con arrogancia dando un paso hacia adelante.

—Seré yo quien personalmente te saque de MI castillo...a MI manera. —el príncipe dá un paso hacia adelante también con una mirada tan intimidante que bueno, hasta yo temí.

—Basta, los dos. —la reina hace presencia ante la casi pelea. —Ésto no es bueno para la imagen de ninguno, ahora, Vincent; con todo respeto, retirate del reino y vuelve a tu castillo. —Éste no dijo más y así como llegó se retiró. —¿Estás bien Eris? —ultimamente me ha caído mejor la reina, es demasiado linda.

—Sí, no se preocupe majestad. —ella asiente antes de susurrarle algo a su hijo.

—Si me disculpan entonces, tengo que saludar a la condesa. —ámbos asentimos observando como la reina desaparece entre la gente.

El príncipe hace lo mismo dejándome completamente sola. Alguien toma de mi brazo alejándome hacía la mesa de los aperitivos.

—¿Eso fué real?

—¿Te diste cuenta? ¡carajo, casi me orino en los calzones! —Thais y Bárbara hablan sobre lo que sucedió y es que ellas se encontraban a pocos metros de distancia por lo que les resultó fácil escuchar. —Te extrañé mujer. —ésta última me abraza como si jamás nos hubiéramos visto. Le correspondo pero el momento se vé interrumpido por Dimitri.

 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊  #𝟏  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora