VII: Ducha.
Cinco días habían pasado desde el baile.
Harry y Bárbara se quedarían en el castillo por tiempo indefinido, cosa que me hacía bastante feliz. Mis padres y hermana ya están con las maletas afuera. Me despedí de ellos aunque quisiera regresar a casa. El príncipe tenía razón cuando dijo que había hablado con mis padres. Ellos no hicieron preguntas, él solo les dijo que yo sería una buena candidata para ser directora de su harem.
Dios, en que momento sucedió tanto.
No había vuelto a ver a Neferet desde que llegué, me preguntaba en cierto punto ¿Dónde quedará el dichoso harem?
El príncipe había salido muy temprano así que por medio de la reina, mandó sus más cordiales disculpas. Tuve una semana tranquila por así decirlo, el mismo me había estado evitando desde aquel incidente en su despacho y en lo personal, mucho mejor para mí fué.
Veo a mi familia subir al lujoso Mercedes Benz que aguardaba por ellos fuera del castillo. Le doy una última mirada al vehículo antes de entrar junto a Bárbara.
—¿Quieres ir a la cocina? Creo que Rita estaba preparando tarta de fresa. —pasa un brazo alrededor de mis hombros. Asiento mientras ambas echamos a andar nuestros pies.
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—Duquesa, el príncipe ordena que se presente en su despacho. —Dimitri interrumpe nuestra charla en el jardín.
Son pasadas de las ocho, no entiendo. Nisiquiera sabía que había regresado.
—Ya voy, gracias Dimitri. —asiente haciendo reverencia. Me levanto de la mesa, dispuesta a averiguar si sólo quiere continuar con sus juegos provocativos.
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Tres toques a la puerta resuenan por mi despacho. Respondo dando acceso a quien sea que haya llamado. Creo que Eris está aquí.
Mis pensamientos erróneos son opacados por la silueta de Neferet delante de mi puerta.
—¿Qué haces aquí? No recuerdo haberte mandado a llamar.—pregunto y frunzo el ceño sin despegar la mirada de las hojas papeles.
¿Cómo empezar?
Mis concubinas vienen a mi cuando algo desean. No puedo imaginarme más que sexo. No lo deseo pero eso no quiere decir que ella venga por ello.
—Mi señor...yo... —ella habla como si se arrepintiera de haber entrado.
—Dilo. —levanto la cabeza para mirarla pero Neferet la baja al instante.
—Usted no ha pedido por mi... —lo sabía. —¿Acaso hice algo mal?
—¿Crees que hiciste algo mal?
—Puede que no haya sido lo suficientemente buena para satisfacerlo la última vez...alteza.
—Estuviste bien Neferet, deja de martirizarte. Ven aquí. —palmeo mi regazo. Ella sonríe tímida sentándose en él. —Dime, ¿Cómo te hace sentir eso?
—Muy bien. —rodea mi cuello con sus brazos. Intenta unir sus labios con los míos pero enseguida corro mi rostro.
—Tenemos reglas, respetalas. —mi semblante es serio ahora.
—Lo siento... —se aleja un poco —es sólo que... —suspira —yo...lo deseo tanto mi señor. Deseo que me besé, que me toque y me haga suya de nuevo. Hace días que sucedió y lo hecho de menos. —Levanto su mentón con mis dedos. Soy yo quien corta la distancia entre nosotros.
—No me gustan los berrinches, los detesto. Tu hiciste un berrinche aquella vez Neferet y ese fué tu castigo. Espero que no se repita.
—Eso no volverá a suceder, se lo juro. Lo que menos quisiera es hacerlo enfadar conmigo. Temo que se olvide de mi, moriría si eso pasa. En sus brazos me regocijo mi príncipe, toda mi lealtad es para usted. Mi cuerpo y alma le pertenecen. Yo estaría dispuesta a morir por su causa, por qué todo lo que soy es gracias a su presencia. —vuelvo a besarla.
—Eres mi favorita, ¿Cómo podría olvidarme de ti? —aquello parece hacerla feliz pues al escuchar mis palabras, sonríe plenamente. —Uno de mis propósitos es mantener felices a mis concubinas y tú tienes privilegios. Comportate como tal si no deseas que se acaben. —asiente frenéticamente. Saco de un cajón una caja mediana color negra con el cello de la corona en oro y se la entrego—Ahora vé a descansar con las demás. —deposito un corto beso sobre sus labios. Neferet observa el regalo con divinidad, entonces tocan a la puerta nuevamente. —Adelante.
Dimitri hace una reverencia —Alteza, la duquesa está aquí.
—Hazla pasar. —Neferet sale cabizbaja de mi despacho mostrando respeto pero levanta la mirada al encontrarse con Eris en la entrada. La castaña observa extrañada mientras que Neferet se dedica a culminar su recorrido.
Dimitri cierra la puerta mientras Eris hace una reverencia ante mi —Alteza...
—Seré directo. ¿Qué es lo que tienes con mi primo? —frunce el ceño.
—¿Perdón?
—Harry. —luce bastante sorprendida.
—¿Son familia? Disculpe el atrevimiento.
—Así es, si tenías siquiera pensado acostarte con él; estás totalmente equivocada. He visto como te mira y como lo observas tu también...Eris.
—Disculpe alteza pero...
—No hay peros. —me acerco y tomo sus mejillas con mis manos. —¿Has entendido? —asiente. —Estás aquí por mi causa y por ende... Me perteneces. —digo demasiado cerca de su rostro —y yo odio compartir lo que es mío.
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Has aprendido a odiar Niall, estás preparado para ser Rey.
—The Crown.
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𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 #𝟏 [COMPLETA] ©
FanfictionLos extraños rumores sobre un rey enfermo se apoderan del reino mientras una misteriosa plaga de enemigos comienza a extenderse. El heredero al trono es la única opción para salvar a su gente del caos. Ninguno sabía de lo que aquel príncipe era capa...