XIV

669 52 9
                                    

XIV: Küsse

Hoy era el día, su majestad el rey cumplía 58 años de edad.

La reina quería festejarlos pues nadie sabía si sería el último cumpleaños del Rey.

A excepción de ella.

El evento se llevaría acabo en el salón más grande del palacio, exclusivamente para eventos tan importantes como lo eran las coronaciones, aniversarios y cumpleaños de los monarcas.

Justo ahora me encuentro caminando hacia dicho lugar. Los invitados seguían llegando, personas de todo el mundo. Supongo que tienen una buena relación con el rey. Duques, príncipes y princesas, marqueses, varones, etc.

—Allí estás. —me sobresalto al sentir unas manos sobre mis hombros.

Cielos

Es Thais.

—Estás aquí... —la abrazo con fuerza. —Dios mio, te he extrañado tanto.

—Y yo a ti. No sabes lo que fué un mes sin mi fastidiosa hermanita.

—Cierra la boca, tengo tanto que contarte.

—Hazlo entonces, que quiero escuchar los detalles. —toma mis manos.

—Aquí no, vamos a mi habitación. Es importante. —frunce el ceño pero aunque no esté totalmente convencida, accede y comenzamos a caminar.

⚔️⚜️⚔️

—Ya dime, ¿Encontraste un buen hombre por aquí? Ya sé, algún marqués alto ojo azul te estuvo coqueteando. —bromea pero en cambio yo no dejo de dar vueltas por la habitación debatiendo en mi mente si contarle o no. —No no, dijiste que deseabas las fresas originales que preparan en el castillo, es que yo las...

—Besé al príncipe... —muerdo las esquinas de mis mejillas con nerviosismo —Bueno, en realidad él también me besó... digo, es atractivo, muy atractivo...

—¿¡Que tu qué con el príncipe...!?—asiento. —Eris... Dios mio.

—Lo sé. —ese sentimiento de culpabilidad/no culpabilidad es el que invade todos mis sentidos —¿Y sabes que es lo peor de todo?

—¿Hay algo de malo en ello?

—¡Sí!

—¿Y qué será?

—Me gustó,,, mucho. —suspiro —no lo entenderías.

—No pero claro que lo entiendo, me dices que te has besado con el próximo jefe en la dinastía. Es que no me lo puedo creer, pero dime; ¿Pasó algo más? —No le diré “Obvio, no sabes cómo me tocó. Tanto que mis instintos vírgenes se fueron al carajo y deseaba que me...” No, no, debes alejar esos pensamientos impuros de tu mente Eris, inhaló paz, exhalo amor...

—No...sólo eso. —miento.

—Bueno, tengo tantas cosas que decir al respecto y a la vez nada así que me encuentro en un debate mental.

—Mi mente parece un zoológico y Jumanji juntos. —frustrada tomo asiento.

—Te lo dije, ni ibas a olvidarlo. —frunzo el ceño a lo que ella ríe e intento hacer mi mente recordar. Ésta me traslada a el día anterior antes de llegar al castillo.

 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊  #𝟏  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora