XIII

645 54 11
                                    

XIII: Debates.

¿Qué se supone que debo pensar? ¿Acaso el gusta de mi? ¿Acaso alguien se fijaría en alguien tan insignificante como yo? O peor ¿El príncipe se ha fijado en mi? No lo sé.

Son preguntas que rondan en mi mente desde que el heredero abandonó mi alcoba después de esa candente ducha.

Aún siento sus besos en mis labios. Cómo tatuajes qué aunque fuesen temporales, los recuerdas y te calan hasta los huesos. Usualmente moriría de vergüenza si un hombre o una persona en concreto observase mi cuerpo y lo tocase como él lo hizo aquella vez. Pero fué como si nisiquiera me interesara el hecho de que apesar de estar mirándome desnuda, no haya hecho más que tocar mis pechos. Lo ha respetado y eso me agradó.

Más sin embargo, ahora me sorprenden sus comentarios acerca de una charla que estamos teniendo durante el almuerzo. Y por cierto, no había visto a Harry en los próximos días hasta hoy.

—...es un libro maravilloso. Existen varias adaptaciones de una novela literaria tan famosa como esa.

—Madre, con todo respeto. Orgullo y prejuicio es una obra bastante feminista a mi parecer. No justifico ninguna asociación en política pero creo que Elizabeth debería relajarse un poco. —justo en mi ego.

—¿Elizabeth debería relajarse un poco? —pregunto con incredulidad al príncipe. Éste me mira y reconozco el tipo de mirada que opta ésta vez. Desafiante.

Pero nadie ha leído más veces que yo, orgullo y prejuicio.

—Ella busca a un hombre para enamorarse. No desea casarse sin amor y en cambio el pobre Darcy se vé frustrado por las actitudes que Elizabeth Bennet toma hacía él. Que no sea tan dura y hiera sus posibles sentimientos de el hombre sería una buena opción.

—Discúlpeme alteza pero, opino que Darcy era muy arrogante y no comprendía los pensamientos que Elizabeth poseía. Tenía actitud y carácter, cosa que para una mujer de aquella época, se le consideraba una irrespetuosidad por defender sus derechos. Darcy era lo suficientemente maduro como para comprender que Elizabeth era directa y si según la forma de cortejo que tenía era la más apta; entonces ¿Por qué dar la impresión de que un hombre como él no sucumbiría nunca ante los deseos de una mujer? —no dijo absolutamente nada, nadie lo hacía. Me sentía en poder —Tal vez era por que él creía que ella sentía cosas por él cuando había un 50% en la balanza de que fuera cierto... o falso también. Finalmente accedió y ambos obtuvieron buena parte de ello. Eso sucede cuando aceptas por fin que algo te atrae de una mujer con carácter e inteligencia. —doy por culminada mi participación.

—No lo creo, cuando entiendes que contigo es más que suficiente y no necesitas depender de una mujer ni de nadie en conclusión, es cuando por fin estás completo.

—Lo entiendo pero, ¿Estar completo es sentirse completo y satisfecho con la vida? Yo no lo estaría. Necesitaría de más por qué el ser humano es así, siempre necesitas más  hasta que no quede rastro de que a veces tu peor error pudo ser lo mejor que te pasó en la vida. No lo sé, el mundo es un amante cruel de hecho.

—Dicen que las mujeres que son hermosas no pueden pensar con sabiduría. —es bárbara quien habla. —¿Que opinas tú sobre eso? Eres bella, pero no te molesta decir con libertad tus pensamientos.

—¿Quieres que te hable con toda certeza y verdad? —asiente —no me interesa ser hermosa, con la inteligencia basta y sobra. si quieres hacerme un cumplido, elogia mi cerebro. Sé brillante y actúa de la misma forma. Las personas que piensan que una mujer sólo debe casarse, tener hijos y obedecer a sus maridos. Vivir en sumisión, pero ¿Sabes? No es así. ¿Me equivoqué su majestad? —me limito a tomar un trago dulce del vino en mi copa admirando las caras absortas de los presentes incluyendo a la reina.

—Estoy completamente de acuerdo contigo Eris. Me gusta. —sonríe y siento la mano del príncipe descansar sobre mi pierna. Lo observó unos instantes y éste cauteloso se acerca a mi oído.

—¿La inteligencia puede ser tan sexy como acabas de serlo, mi diosa? —y mi respiración falla. Es increíble que nadie esté viendo. Harry y Bárbara sumergidos en una charla con la reina sobre lo que recién dije.

Entonces me resigno a responder.

—La sensualidad y el cerebro juegan un papel muy interesante. La diferencia entre ellas es que en la primera no se piensa y se actúa más no obtiene consecuencias. Al contrario, éstas se disfrutan... mi señor.

Aquellas palabras tuvieron un efecto en el príncipe más fuerte que el que sí mismo desearía aceptar.

Uno bastante poderoso.

 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊  #𝟏  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora