𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 #𝟏 [COMPLETA] ©

III

III: Avistamientos.

—Entonces es ella. —murmuro admirando la imagen que yace en mis manos. —¿A qué hora llega la familia Shallow?

—Están por llegar alteza, son casi las tres de la tarde y esa era la hora acordada por la reina. —asiento mientras tomo un largo trago de Whisky.

—¿Qué sabes sobre Vincent?

—A eso vine mi señor, ésto ha llegado para ustede. —Dimitri me tiende una carta con el sello de la corona.

El sello real, así lo llama mi padre.

—¿Cuándo llegó ésto? —frunzo el ceño dejando la fotografía de lado.

—Hace menos de una hora. —asiento mientras abro el sobre color marfil.

Es una carta como era de esperarse.

Al leer cada línea, cada parte, cada letra.

Me echo a reír.

—Patético. —susurro para mí mísmo importandome un carajo que Dimitri estuviera presente. El hombre estuvo a punto de hablar cuando tres toques a la puerta se hacen escuchar. —Adelante. —alzo la voz.

—Alteza —Neferet entra por la puerta. En otros casos hubiera rodado los ojos harto de su comportamiento, más sin embargo, no lo hice y me dediqué a escuchar lo que tenía para mí. —La familia Shallow está aquí. —relajo mis músculos al escuchar tal noticia. Me levanto de mi propio asiento mientras hago caso a los botones de mi saco negro. Cuando mi atuendo queda perfectamente en su lugar, salgo no sin antes mirar a Neferet una vez más.

Luce nerviosa y tiene la cabeza gacha.

—Dimitri, dile a mi madre que iré en un minuto y retirate. —éste hace caso omiso haciendo una reverencia y cerrando la puerta dejándonos solos. —mírame. —le ordeno y ella estipulante lo hace. —Estás muy bella el día de hoy Neferet. —la rubia parece ruborizarse un poco y sonreír ante mi comentario bajando otra vez la mirada. —Sé que algo te acongoja, díselo a tu futuro rey. —demando pero no responde —¿Deseas algo? ¿Necesitas algo? —ella me mira de reojo y parece pensárselo.

Sé lo que quiere.

Conozco sus gestos, conozco cuando desea algo en específico y ese algo puedo brindarselo a una de mis favoritas en mi harem. Mis manos aprietan con fuerza su cintura haciéndola chocar contra la pared. Puedo sentir su tensión con tan sólo escucharla respirar —Relájate. —mi voz suena más ronca de lo normal.
Rozo mis labios con los suyos pintados de un gloss algo café. Atrapo su labio inferior entre mis dientes haciéndola suspirar. Neferet me toma por los hombros y por el cuello siendo ella quien corte la distancia entre nosotros. —¿Te dí permiso de hacerlo? —niega bajando por tercera vez la cabeza. —Ya lo hiciste, termínalo entonces. —vuelvo a besarla siendo correspondido por ella. Puedo notar que usa un vestido de tela y no trae puesto un sujetador por lo que sus pezones se endurecen al momento de yo pasar mis dedos sobre éstos.

—Mi señor...

—Silencio. —susurro antes de morder el lóvulo de su oreja. —te quiero en mi habitación a media noche. Arreglate para mí, ahora vamos. —ella sonríe satisfecha después de asentir y le doy el paso primero.

¿Qué haría yo sin una sumisa?

Morir de abstinencia tal vez.

⚜️⚜️⚜️

El castillo es enorme, es básicamente eso.

Un castillo.

Cómo si de los cuentos de hadas habláramos. Jamás en la vida había ingresado y me siento importante a medida que lo voy haciendo. Me quedo estática cuando la reina aparece frente a nosotros. Inmediatamente hacemos una reverencia a lo que ella sonríe.

—Majestad...es para nuestra familia un honor poder acompañarla el día de hoy. —mi padre se adelanta a besar su mano con caballerosidad de la parte de sus nudillos.

—El honor es mío gran varón. Espero que su estadía en nuestro palacio sea de su agrado.

Mi padre continúa sumido en su conversación con la reina mientras yo me dedico a observar cada rincón del reino. Pensar en lo que traigo puesto, si es lo apropiado o muy atrevido.

No lo sé.

Un hombre con apariencia muy elegante llega a la escena saludando con una reverencia.

Se me olvidaba nuestro puesto.

Si Eris, Duquesa de Cambridge.

Éste le susurra algo al oído a la reina que en cierto punto la toma por sorpresa hasta que vuelve a sonreírnos.

—De antemano una disculpa por la ausencia de mi hijo, me han informado que nos alcanzará más tarde. Ha entrado a una junta con el consejo.

—¡Oh! No se preocupe majestad, lo entendemos. Debe ser muy atareada la vida del príncipe, preparándose para ser Rey. —La pequeña broma de mamá no me hizo tanta gracia.

—Así es, entonces, Dimitri los llevará a sus respectivas habitaciones y ¿Les parece si nos reunimos para tomar el té en el jardín? —la típica charla sobre el té. Quisiera explorar cada parte de éste castillo. Es precioso pero algo muy dentro de mi me dice que hay más y siempre debemos hacer caso a ese dicho muy famoso que dice: Nunca juzgues a un libro por su portada.

No tengo ni idea.

Unos pasos se hicieron escuchar sobre el piso de mármol por lo que todos volteamos al mismo tiempo.

Entonces me encontré con unos hermosos ojos azules.

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Te dejaré de querer cuando un pintor ciego pinte el sonido de una rosa cayendo sobre el piso de cristal de un castillo que no existe.

Black.