XLV

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XLV: War, (II)

—...eso es, sácalo todo. —Bárbara acaricia mi espalda mientras siento mi estómago contraerse al expulsar todo aquello en vómito. —te dije, comer jamón serrano en la noche era muy pesado y te iba a caer mal. —intento responderle pero es otra arcada la que me ataca el estómago. —¿Te sientes muy mal?

—Creo que me intoxiqué y detesto vomitar. —me levanto del suelo con su ayuda llendo hacía el lavamanos. Me enjuago la boca y después procedo a lavarme los dientes. —Thais y la reina también comieron de ello, tal vez igual se enfermen. Deberías decírselos. —limpio los restos de agua en las comisuras de mis labios con una toalla.

—Lo haré, tu descansa. Seré tu enfermera sexy de ahora en adelante. —río.

—No tienes remedio.

Comer jamón serrano para la cena no es buena idea, no lo hagan.

Siendo apenas las ocho de la mañana, me sentía fatal.

Quizá estaba vencido, no lo sé.

Omitiendo aquello, decido dormir otro rato más pues mis ojeras no daban a más y yo me sentía como si hubiera corrido el maratón más grande y largo de los juegos Panamericanos.

Horrible.

⚔️⚜️⚔️

—Levántate imbécil... —masculló el rey entre dientes.

Vincent, rápidamente recoge una espada con la misma mano lesionada. —Que comience esta mierda entonces...

—¡Nisiquiera tú vas a detenerme... hermanito! —Y sin esperar respuesta de sus soldados, el rey salió del grupo de guardias en el que se encontraba y se abrió paso a espadazos entre Vincent y dos caballeros más. Lo embestía con tal ferocidad que, una vez que derribó a dos guerreros enemigos, el resto se hizo atrás.

Varias decenas de soldados siguieron el ataque de Niall. Nuevos refuerzos Suecos les salían al paso, pero la determinación de Niall y sus soldados era tal que enemigo tras enemigo caían bajo sus golpes. La sangre fluía por el filo de su espada hasta llegarle a la mano y luego al codo. Tenía gotas de salpicaduras por el rostro y alguien le había herido en un brazo, pero seguía firme, avanzando en dirección a su medio hermano. Ya no se veía la gran tajada de caballos pues éstos habían caído en la trampa de la tierra y las lanzas mientras la lluvia caía espera sobre sus cuerpos, sino sólo un montón de Suecos en círculo asestados por los golpes de los soldados ingleses. Vincent presentía lo peor al ver a sus caballeros caer muertos. El resto de los soldados que le acompañaban había comprendido lo que ocurría y parecía haberse contagiado del mismo espíritu de rabia que empujaba a Niall.

Vincent combatía rodeado de enemigos. Uno a uno caían los pocos soldados Suecos que luchaban por protegerse así mismos, ya ni a su jefe. Eran decenas de ingleses los que se habían lanzado contra ellos. A lo lejos parecían oírse los bramidos salvajes y desoladores de los desahuciados y casi muertos, aunque la muerte para ellos era lenta y parecía no llegar nunca. En ese momento, el rey sintió la primera herida, profunda, en el costado. Un sesgo que le hizo doblarse. A su lado cayó otro soldado Sueco. Escuchó la voz del resto.

—¡Han herido al rey! ¡Han herido al…!

Aquel soldado no pudo terminar. Una espada sueca cercenó su garganta al tiempo que su grito interrumpido advertía a sus compañeros del desastre infinito. Los ingleses terminaron con el resto de la escolta y se abalanzaron sobre los Suecos. Éstos se alzaron una vez más y opusieron escudos como resistencia. Por alguna razón, Vincent no tenía fuerza para utilizar el otro brazo y combatir con su espada. No se percataba de lo profundo de la herida que Niall le había cortado los músculos de su antebrazo derecho. En ese momento llegó un golpe definitivo por la espalda y sintió su cuerpo temblar y caer al suelo de bruces, con el rostro hacia la tierra empapada por el arroyo que cruzaba el valle. Los Suecos fueron a rematarle pero en ese instante cayeron sobre ellos un grupo de soldados Ingleses rugiendo en tropel y asestando golpes mortales cargados de odio y venganza. El rey en especial abatió a tres Suecos en tres golpes certeros en menos de cinco segundos. Los ingleses empezaron a caer uno tras otro. Eran charcos, era un río de sangre combinada con fango y cadáveres. En cuestión de minutos todos los guerreros Suecos que habían rodeado al rey inglés fueron masacrados y en poco tiempo todo el ataque quedó repelido. Sin embargo, para Niall, la pelea aún no había terminado.

Soltó la espada contra el suelo esperando así a qué Vincent se levantará del suelo. Quién con dificultad y lastimado, hizo aquello soltando también la espada. Intentó soltar el primer golpe, mismo que el rey esquivó realizándolo así él primero volteándole la cara de un fuerte golpe en la mandíbula.

Aprovechó su descuido para avalanzarse sobre su cuerpo y hacer que la sangre comenzara a brotar aún más del rostro del gran duque con sus propios puños. Niall se sentía eufórico y era como sí en ese momento no pensara más que el asesinar a Vincent. Éste otro parece reaccionar y con la poca energía que le queda, logra propinarle otro golpe al rey también en la mandíbula. Ahora es él quien queda sobre el último. Y la escena se repite exactamente, la única diferencia es que Niall esquiva la mayoría de sus ganchos. Se lo quita de encima nuevamente, ambos se levantan y los golpes continúan entre los dos hombres.

Hasta que el más lastimado ya no puede más.

Lucía como sí los dos estuvieran sincronizados pues ámbos sacan una daga de alguna parte en su uniforme amenazantes entre sí.

—Ya... ya basta de juegos Niall. —murmura jadeante Vincent sosteniendo el arma con fuerza en su mano izquierda. —arreglemos ésto.

—Tus idiotas ya están de paso en el infierno, sigues tú. —Niall al igual que Vincent hablaban y se movían con las pocas fuerzas que les quedaban.

—¡Entregarme la Corona e Inglaterra entera! ¡Por derecho me pertenece el puesto de Rey!

—¡Entiendelo imbécil, no eres nadie. Nisiquiera llegas a ser tan importante! ¿Quieres Inglaterra?

—¡MI NACIÓN!

—¡MÍSMA EN LA QUE DECIDÍSTE MANDAR CABALLEROS ASESINANDO A DIESTRA Y SINIESTRA A GENTE INOCENTE! ¿¡QUÉ SUPUESTO REY ES TAN ESTÚPIDO PARA INTENTAR GANARSE ASÍ A SU PUEBLO!? ¡POR ALGO MI PADRE JAMÁS TE RECONOCIÓ SIQUIERA COMO SU HIJO BASTARDO ANTE NADIE!

—¡CÁLLATE IMBÉCIL! —Vincent intenta herirlo con aquel cuchillo, sin embargo, falla.

—¡¿NO TE GUSTAN LAS VERDADES?! ¡Tu nunca serás rey! ¡TAN SÓLO ERES EL HIJO BASTARDO DE MI PADRE! —y con eso último, el legítimo rey de Inglaterra; logra incrustar la filosa daga de acero, completa y dolorosa; hasta lo más profundo del abdomen de Vincent.

Teniéndolo lo más cerca posible, el gran duque de Suecia habla pausadamente diciendo cuatro simples y significativas palabras justo ántes de hacer la suya sonar y lograr que el rey sienta el acero de otra daga atravesarle de igual forma el costado derecho —Larga vida al Rey.

Un estruendoso relámpago seguido por un trueno, resuena por los cielos justo en el momento en que los dos caen tirados y heridos al suelo, llenándose así de sangre derramada por sus heridas.

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¡Mi Niaaaaaaaall! 😭

¿Qué pasará después de ésto?

Tal vez llegó la hora de despedirnos de nuestro rey...

Espero que les guste amores, también que no me odien jsjs. Las amo.❤️

AllfEdwardS.✨

 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊  #𝟏  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora