XXXVIII

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XXXVIII: Der Ring, der einen Teil meines Herzens darstellt.

Tradicionalmente, a la coronación seguía un banquete en el salón Westminster, en el palacio de Buckingham, donde también tienen su sede las Casas del Parlamento, es decir, la Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes, órganos del poder legislativo británico.

Todo era parcialmente perfecto, los candelabros de oro, la mesa excesivamente larga para el banquete, la vajilla tan costosa y las personas tomando asiento siendo servidos por los camareros en la espera del rey.

Hace unas horas, el rey había salido al balcón real saludando desde fuera junto a su madre a la ciudad entera. Miles de personas alababan a su nuevo rey observándolo desde abajo, alavándolo.

Siendo completamente honesta, me sentía bastante extraña. Frustrada diría yo. No comprendía su comportamiento, era como sí quisiese pasar de mi.

Otra vez.

Me evita, por lo regular lo ha hecho éstos dos últimos días y no entiendo el por que. Actúa raro, tiene mucho más trabajo de lo normal y lo entiendo, al final del día... es el rey. Pero a ver, ¿A quien no le parecería extraño que su novio de un día para otro dejase de hablarte dejando fuera lo escencial? Cómo eran los buenos días, tardes o noches. Los salud, con permiso, gracias, etc.

No me sentía bien, sabía que algo andaba mal pero no entendía cuál era mi papel a todas éstas.

Tan sólo pido respuestas y parece ser que nadie las tiene a mis preguntas.

—...¡Eris! —me sobresalto al escuchar la voz de Thais hablarme.

—¿Si? —parpadeo varias veces. —lo siento, no te oí.

—Me dí cuenta, estás rara hoy. ¿Te pasa algo? —frunce el ceño y me acerco un poco más para susurrarle.

—Tengo un mal presentimiento, siento que algo no anda para nada bien.

—¿A qué te refieres? No entiendo.

—No lo sé, siento que algo ocurrirá o tal vez yo estoy alucinando pero es de esas veces en las que te sientes frustrado por equis cosa y no resulta ser. Te repito, no lo se.

Era cierto, no lo sabía, nadie lo sabía.

—Estás delirando, mejor disfruta éste vino. Está delicioso. —me niego ante su oferta de ofrecerme una copa.

Al menos yo jamás me imaginé que algo pudiese suceder.

Y no lo creía, necesitaba tranquilizarme.

Urgentemente.

⚔️⚜️⚔️

El rey había hecho presencia en el salón, siendo saludado y ovacionado por los presentes. La cena había transcurrido lo más normal posible. Entre risas y anécdotas, pasaron las horas. La gente se levantaba de sus asientos para bailar a un ritmo bastante feliz con la música en vivo y a todas éstas yo no me la estaba pasando lo mejor que digamos.

—¿A dónde vas? —cuestiona mi hermana cuando soy yo quien se levanta.

—Necesito tomar un poco de aire. Ya vuelvo. —no muy convencida, asiente y pongo en marcha mis pies hasta salir de aquel lugar.

 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊  #𝟏  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora