XXVII

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XXVII: Du und ich.

—¿Qué te hace creer que tienes derecho tan siquiera de insultar a una dama? Lo esperaba de cualquier persona, menos de ti... y me avergüenza siquiera que me mires a la cara. —mascullo entre dientes después de adentrarnos a una de las habitaciones.

—Su majestad... Se lo ruego... —nuevamente se pone de rodillas.

—¡Ya deja de humillarte! —hago que se levante tomándola por el brazo. —¿¡Por qué lo hiciste!? Es como si me golpearas a mi.

—¡Yo necesito de usted para vivir, mi señor! No puedo dormir sabiendo que usted está con otra durmiendo en la misma cama que alguna vez usted y yo compartimos...

—Estás enferma... —de verdad pensaba que lo estaba. Lo que esa mujer sentía era más una obsesión. —Te recuerdo que ella es tu autoridad y por lo tanto debes respetarla como tal.

—¡ERIS NO ES MÁS QUE UNA ZORRA PROSTITUTA QUE LLEGÓ QUITÁNDOME...! —el fuerte sonido de mi mano estampándose contra su mejilla es el que suena sin dejarla terminar lo que estaba por decir.

Nuevamente la tomo con brusquedad por la mandíbula sintiendo lo humedecidas que estaban sus mejillas a causa del llanto.

—Juro que si vuelves a hablar pestes de ella o siquiera levantarme la voz... yo mismo voy a matarte con las mismas manos que alguna vez te tocaron. —su pecho subía y bajaba con irregularidad —y ¿Sabes que? Acá entre nos, siempre la escogeré a pesar de todo.
Será ella y sólo ella. En tus acciones se nota lo que de verdad eres. Podrás ser hermosa por fuera pero, ¿A quién le importa la belleza cuando tienes el corazón tan podrido?

—Ella no es mejor que yo...

—Eris te sobrepasa en todos los sentidos Neferet, créeme, si por mi fuera... Ya mismo la haría mi esposa. Tan sólo imagínatelo, mi coronación está cerca y todo rey necesita una reina, ¿No es así?. Yo ya encontré a la mía y esa... definitivamente no eres tú. —abro aquella puerta de madera, soltando su rostro una vez más y saliendo de aquel lugar cansado de todo ésto.

Estaba harto de ella.

Completamente.

⚔️⚜️⚔️

Furiosa, tenía tanto odio, la detestaba con toda el alma.

Caminando por el solitario pasillo iluminado por las lámparas, Neferet un poco ébria se dispone a salir hacía el jardín con las mejillas empapadas gracias a aquellas espezas  lágrimas que bajaban turbias por sus mejillas y el corazón hecho cenizas.

Eris se dirigía hacía su habitación después de hablar con Thais antes de que ésta se marchara del castillo anunciando que su familia haría un viaje a Alemania. Después de ella prosiguió el príncipe Eduardo y cuando pensaba que todo iría bien, siendo ya las once de la noche; ambas se encuentran en el mismo corredor. La castaña observa el enrojecimiento de su rostro y siente pena. No sabía que era lo que el Rey le había dicho. La ira e importencia orilló a Neferet a caminar hacia Eris y no con buenas intenciones precisamente.

—¡Maldita! —la rubia vuelve a golpear a la diosa de la discordia pero ésta vez siento el doble de agresiva. No deja de golpear hasta que ámbas caen al suelo, Eris tratando de defenderse propinandole accidentalmente un golpe en la nariz y Neferet con toda la intención de hacerle daño. —¡Te odio tanto! ¡Tu no eres digna del Rey, yo me merezco todo, merezco su amor! —y en un mal movimiento, Neferet golpea la cien de la duquesa de Cambridge con extrema fuerza dejándola prácticamente inconsciente. Ésta continuó maldiciéndola, cegada por el enojo, la sangre en el rostro de Shallow brotaba sin parar hasta que unos brazos la apartaron de su cuerpo.

⚔️⚜️⚔️

—...¿Se lo dijiste entonces? —Dimitri asiente ante la pregunta de Bárbara —¿Cómo lo tomó?

—Estaba furioso Duquesa, no supimos más hasta que el Rey entró directamente al harem tomando por...

—¡Santo Dios! —la señorita Daye quien se encontraba junto a Bárbara y Dimitri caminando por los pasillos horrorizada, corrió hasta la escena que sus ojos estaban presenciando. Los dos primeros abren los ojos de par en par y sin dudarlo un segundo se dirigen hasta aquella mujer quien al parecer estaba golpeando a otra.

Y todo empeoró justo cuando supieron de quien se trataba.

—¡ERIS! ¡DÉJALA, PERRA DE MIERDA! —Neferet se ejerce fuerza en tanto Dimitri trata de alejarla. Bárbara carga el cuerpo sin conciencia de su amiga ya sentada sobre el piso. Sus manos se tiñen de sangre y puede ver en su rostro lo lastimado que estaba. —Eris, Dios mio... Despierta... Cariño, por favor reacciona... —la desesperación de Bárbara era mayor mientras las concubinas admiraban lo que estaba sucediendo ya fuera del harem petrificadas.

De inmediato Bárbara tocó su cuello en busca de pulso en cuál por suerte si tenía. Pero su respiración era demasiado lenta.

—¡Ya no eres tan hermosa!,  ¿¡Cierto Eris!? Dímelo... —Neferet definitivamente estaba desquiciada.

—Firial, llévatelas de aquí y ninguna palabra de ésto al Rey, él no puede enterarse. —La señorita Daye dió la orden a lo que Firial preocupada asintió.

—¡Ya oyeron todas, adentro! —incluyendo a Neferet quien ahora era abrazada por Dania.

—¡Dimitri, llévala a su habitación! Duquesa, tenemos que buscar lo necesario para curarla.

—¡Esos golpes no se van a curar por arte de magia Daye! Dios mío. —las lágrimas de Bárbara no tardaron en salir. Ámbas siguieron las instrucciones hasta que llegaron al mencionado lugar. Dimitri la recostó sobre la cama mientras que Bárbara retiraba los mechones de cabello que por gracia de la sangre, se pegaban en el rostro de Eris.

No sé apartó ni un sólo instante de su lado, mientras lloraba por ella; La señorita Daye y Dimitri partieron en búsqueda de absolutamente todos los botiquines de primeros auxilios en el castillo.

Esto estaba mal, todo era un completa mierda, un desastre que atraería las peores consecuencias.

¿Cómo pasó?

Todo fué tan rápido.

—Que te hizo esa perra... —susurra la pelinegra acariciando el castaño cabello de la duquesa de Cambridge. —Si Niall se entera... Dios santo.

Definitivamente si la tercera guerra mundial no se había desatado aún, lo haría en cuando el rey viera con sus propios ojos que a su pequeña diosa le habían casi desfigurado el rostro.

Y que había sido la concubina, principal agresora por segunda vez.

Dios, apiadate de ella.

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Lo prometido es deuda, disfruten amores. ❣

Ustedes son geniales.❣

AllfEdwardS.✨

 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊  #𝟏  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora