XX

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XX: Kunst und ein Diamant.

La noche anterior.

—Me niego, no puedo aceptar algo así Kal. —la rubia camina por los pasillos dispuesta a abrir la puerta del príncipe con el fin de pasar la noche juntos. —El príncipe es mío, es para mi.

—El príncipe no es tuyo Neferet. Tienes que aceptar que en algún momento, él dejará de llamarte. Se casará y tendrá hijos. Tal vez encontró a alguna princesa o algo así.

—Ya te dije que no, yo... —Kalani inmediatamente jala de su brazo adentrandola a una pequeña habitación y tapándole la boca a Neferet.

—Cállate, mira. —ámbas observan lo más escondidas posibles la escena. —Lo invocaste...

—¿Quién es ella? —susurra la rubia frunciendo el ceño. —¿La está besando? —Kalani la observa incrédula antes de rodar los ojos.

—¡No! Le está contando un chiste. —es Neferet quien rueda los ojos ante la burla de su amiga.

—Dime, ¿Que más hacen? No alcanzo a ver.

—Justo ahora la está cargando, la está cargando y ¡Se metieron a la habitación! Nefi, yo creo que van a...

—¡Maldita sea! Se suponía que era mi noche, ¿¡Quién es ella Kalani!?

—No lo sé, pero averígualo pronto. Todo depende de la primera vez, si al príncipe le gusta... despídete de ser la número uno.

Neferet no descansaría hasta averiguar de quién se trataba la misteriosa mujer que intentaba quitarle el puesto.


Actualidad


Hace horas no he sabido absolutamente nada del Rey.

Dios, en serio es extraño decirlo así.

Pero así era como debía ser de ahora en adelante.

Tengo entendido que estaba en una junta con el consejo y la reina. Después saldría a un lugar que desconozco por completo junto a los mismos miembros del consejo y después ya no supe más nada.

Repaso una vez más mi atuendo en el espejo de cuerpo completo en mi habitación. He decidido cambiarme los zapatos pues me resultaban algo incómodos los anteriores. Opto por  unos tacones de Stiletto negros, mucho más cómodos. Todos el el reino comenzaron el luto partir de una hora después que los forences se llevarán el cuerpo a la morgue especial para miembros de la familia real.

¡Hasta eso!

Entonces también cambio mi vestido a uno de manga larga completamente negro y ceñido al cuerpo. Encima un abrigo del mismo color con botones dorados. Kalani es quien me ayuda a cambiar.

Es una tarde bastante fría pues estando a mediados de Noviembre, el invierno era cada vez más fuerte. Termino por retirar mi labial y aplicar uno más suave. Mi cabello se encuentra completamente lizo y mi maquillaje es natural aunque no hubo necesidad de ponerme rubor pues mis mejillas optaron un tono carmesí natural.

Cada vez que me miró al espejo, recuerdo quién era hasta hace dos meses. Era alguien que se dejaba manipular todos los días por sus padres.

Lo sigo siendo.

 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊  #𝟏  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora