𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 #𝟏 [COMPLETA] ©

XXXVI

XXXVI: Der Buchstabe, (II)

Por eso mátame ahora, mátame entera. Sin piedad, sin pena. Por qué prefiero morir y desangrar lo que fuí, sacrificar lo que soy; para salvar lo que puedo ser.

—Eris Shallow.

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Absolutamente todo el día pensando en aquella maldita carta.

Observando la textura de cada palabra, de la tinta negra en cada letra.

Analizándola por más de una hora.

Completa.

Sentía algo completamente extraño en mi, tenía demasiado claro que la había dejado a medias la noche anterior. No terminé, nisiquiera yo; sonando egoísta.

Aunque tenía mis motivos.

Mi madre cierra la puerta del despacho haciéndome soltar la carta mientras paso una mano por el puente de mi nariz.

—¿Lo has decidido? —asiento mientras ella se sienta frente al escritorio.

—Tiene que ser ya, se lo diré pronto.

—Comprendo, aunque; ¿Tienes en cuenta todas las dudas que Eris tendrá cuando se lo digas? Pensará que hizo algo mal. No lo sé. Sé cuidadoso en como se lo dices Niall, yo me haré cargo del resto.

—Ya lo sé, pero ¿Qué hago?, Sabes que no se detendrá hasta obtener la corona. Mi corona.

—Bien, ya está bien. Tan sólo espero que tú estés bien, amor. No me interesa absolutamente nada de lo que vaya a suceder, sólo quiero que nada te pase. —toma mis manos por encima del escritorio acariciándolas con ternura. —Dios y tú inteligencia te darán ventaja. Ya lo verás. —sonrío de lado.

—Lo hago por ustedes y si eso conlleva incluso a entregar mi propia vida pues así será. Tu tranquila, yo también, lo único que deseo es que estén todos completamente bien. — Mi madre simpleme me dedica una mirada de comprensión. —Ya no será lo que quiera o no. Necesito ser coronado no por mis propios pensamientos, tengo que hacerlo por Inglaterra, ese bastardo no va a detenerse. Tan sólo quiero cortarle la garganta con una daga y fin de los problemas con él.

—¿Cuándo será la coronación entonces?

—En dos días...

En dos días sería oficialmente ante Dios y el mundo; el legitimo rey de Inglaterra.

Espero a todo ésto que el mismo pueda perdonarme.

⚔️⚜️⚔️

La gente corría despavorida por todos lados, a prisas.

No entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando. Aunque eso no me detuvo a continuar mi recorrido hacía la biblioteca. Al llegar en ésta, tomé asiento en uno de los cómodos sillones blancos junto a la estantería pequeña de libros románticos. Encima de ésta, se encontraba lo que parecía ser el control remoto de la grande televisión frente a los sillones. El interés por abrir el libro y retomar la lectura anterior me abandonó. La encendí encontrándome con un canal de noticias internacional. Me quedé pasmada al escuchar a la reportera hablar. Subo el volúmen sintiendo la presencia de Bárbara junto a mi