𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 #𝟏 [COMPLETA] ©

XXIV

XXIV: Things don't work like this.

Había una pequeña voz en mi cabeza que me decía “Síguelos”.

Así que lo hice ¿Y qué gané?, Verlos entrar al despacho del Rey.

Solos.

Genial.

Era de noche, estaba cansada de todo. Tanto física como mentalmente. Así que decidí irme a descansar. Al día siguiente supe que el príncipe de España se había quedado en el castillo. Algunos invitados también
Mis padres se fueron ayer aunque Thais se quedó conmigo. Supe de inmediato que sería un día difícil.

Lo comprobé cuando el Rey pasó de mi.

Cómo si no existiera.

»Seguramente se la cogió.

Era su forma de darme una lección, eso creo.

Literalmente no compartimos ni una sola palabra en todo el día. Éste transcurrió normal, como cualquier otro en el castillo. El desayuno, almuerzo y cena se la pasó conversando con la tal Emma.

Muy animados por cierto.

Yo también debería pasar de él y no debería importarme pero lo peor del caso es que si me importa pero no es como que yo desee que así sea.

Simplemente intento no prestarles atención pero la egocéntrica risa de esa tipa llama mi atención resultándome jodidamente irritante. Nisiquiera la conozco, tampoco había compartido palabra con ella pero ya sentía que la detestaba.

¿No les pasa?

Me dediqué a hablar con las nuevas encargadas de las mujeres del harem. Daye y Firial.
La primera es una mujer mayor, de unos cuarenta y tantos. En cambio Firial luce de unos ¿veintiocho? ¿Treinta años? No lo sé.

Me agradaron.

Y cuando la hora de dormir llegó, exhausta; me adentré a mi habitación dispuesta a darme una ducha.

⚔️⚜️⚔️

—¿Dónde está Eris? —le pregunto a Dimitri en tanto camina junto a mi por los pasillos.

—La señorita Eris está en su habitación, majestad.

—Bien, necesito que busques a Daye y le digas que quiero verla mañana en mi despacho por la mañana. Después puedes irte a descansar Dimitri, muchas gracias.

—A usted mi señor. —hace una última reverencia y se aleja de mi.

Entonces decido ir hacia la alcoba de mi diosa esperando sus reproches gracias a que la ignoré absolutamente todo el día.

Al llegar, sin importarme en realidad abro la puerta de ésta y lo primero que escucho es el sonido de la regadera por lo que supongo se está duchando.

Mucho mejor.

La puerta del baño se encuentra entre abierta y es ahí cuando la veo. Completamente desnuda aunque solo alcanzó a verla desde la cadera para arriba mientras me apoyo del umbral de la pueeta. Está apoyada con ámbas manos de la fría pared mientras el agua cae limpia sobre su cuerpo.