Era jueves, lo que significaba que Samuel bien podría irse a casa y dormir, porque lo necesitaba mucho, hacía semanas que no dormía bien, pero tenía que darle clases a aquel niño mimado, así que echó el cuerpo contra el respaldo de la silla. Haciendo una lista mental de lo que tendría que hacer volviendo a casa, había adelantado todas las tareas que tenía hasta para las dos semanas entrantes y había terminado su ensayo para las becas en las que iba a postular.
Tenía que ir a trabajar, y hoy le tocaba turno doble, debía lavar, planchar y doblar su uniforme antes de eso, también tenía que~
- Hola. - Samuel levantó la mirada hasta el peliblanco, que dejó caer la mochila junto a la silla y se sentó junto a él.
- Bueno, creo que hoy sería bueno si empezaremos con química. - murmura el ojimorado, el menor asiente sacando un cuaderno para ponerlo sobre la mesa, ambos estaban más callados de lo usual, no lo notaban, no se conocían lo suficiente para darse cuenta de aquello. - De acuerdo... comencemos con la masa molecular...
(***)
Rubén estaba resolviendo un ejercicio de los que Samuel le había propuesto, cuando el azabache recordó que había un partido al día siguiente, al que Akira lo había invitado, así que decidió que era un buen momento para indagar un poco.
- Así que... - comenzó con tono dudoso. - ¿hay un partido mañana?
- ¿Eh? Sí, sí. Es un partido amistoso, pero todos hacen un gran alboroto al respecto... - responde, moviendo el esfero sobre el cuaderno, concentrado.
Samuel había descubierto que cada vez que el peliblanco se concentraba fruncía mucho la nariz y el entrecejo, justo como lo estaba haciendo ahora mismo.
- ¿Qué tal te va con eso? - inquiere el azabache, inclinándose levemente en su dirección.
- Voy bien, tío, que poca fe me tienes... - susurra, medio sonriendo, medio enojado. - entonces, ¿quién es ella?
- ¿Disculpa? - inquiere confundido, Rubius deja el cuaderno de lado y mira al mayor.
- Nunca te he visto en un partido; ni uno solo, macho, ¿y de pronto quieres ir a uno? - se encoge de hombros. - Eso me suena a que por una chica...
Samuel muerde el interior de su mejilla un instante, antes de negar. - Creo que tengo algo de tiempo mañana, y... - se encoge de hombros. - quizás vaya...
- Sí, claro... - farfulla el peliblanco, y entonces extiende la libreta en su dirección.
(***)
- Llegué. - exclama Rubius entrando a la casa, cerrando con un portazo, no escucha respuesta alguna, pues no hay nadie, a excepción de Marisol.
- Hola, Rubén, ¿qué tal te fue hoy? - inquiere la mujer, apareciendo por la cocina.
- Hola, nana, estuvo bien. - murmura, dejando caer la mochila junto a la puerta, y caminando en dirección al comedor. - ¿Qué haces aún aquí?
- Quise quedarme a esperarte, noté que la última vez no comiste nada de lo que te dejé y quise quedarme a comprobar que esta vez si lo hicieras. - responde con sonrisa dulce.
- ¿Y tus hijos? ¿No tendrías que estar con ellos? - inquiere, y la mujer niega.
- Ellos están bien, ahora, ve a cambiarte mientras caliento tu comida.
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Highschool cliché • Rubegetta • (HSC)
FanfictionRubén Doblas era un desastre, siempre lo había sido. Un caso imposible para absolutamente todos los maestros y estudiantes que convivían con él. Así que le asignaron un tutor para que fuese capaz de ayudarlo.