un mes atrás
- ... entonces, el comité y yo consideramos que en realidad es mucho mejor que el dinero que se pueda gastar contratando otro bus, pueda ayudarnos con los preparativos para el baile. - concluye el pelinegro, el hombre lo mira, con una ceja enarcada, pero termina suspirando.
- Bien, de hecho, me parece una buena idea, ¿algo más que desee? - inquiere, ordenando las hojas en su escritorio.
- No, eso sería todo, - responde con una sonrisa. - muchas gracias por su tiempo.
- Gracias a usted, De Luque.
El chico se pone de pie, y sale de la oficina, sin más, había hablado con su novio antes de proponérselo al comité, no querían ser de esas parejas que siempre estaban juntos, y normalmente no lo eran, cada uno pasaba tiempo separado del otro, pero aun así...
Resultó que Samuel tenía que viajar a otra ciudad para el torneo de deportes, se iría el viernes, y volvería el domingo por la tarde, él y todo el equipo de natación, pero, además de ellos también irían los equipos de básquetbol, fútbol y voleibol; así que habían tenido la brillante idea de que quizás podrían convencer al rector de que el equipo de básquetbol (al que Rubén había vuelto tras recuperarse) y el equipo de natación podrían viajar en un mismo autobús.
Lo habían conseguido.
* * *
Rubén ríe, acomodándose en el asiento junto a la ventana, algunos chicos del autobús miran a la joven pareja cuando ambos chicos acomodan sus mochilas bajo sus pies.
- Triple siete, - llama el menor. - ¿está bien si me siento junto a la ventana?
- Claro, chiqui. - concede, tomando asiento a su lado. - Traje algo para que comas, nana dijo que podías comer granola y~
- Oh nononononono, yo quiero papas fritas o donas, necesito ganar peso. - se queja, y Samuel entorna los ojos.
- Tienes que comer saludable. - insiste, pero su novio hace muecas. - Anda, Doblas, acomódate.
- Pero si ya estoy cómodo, ¿o quieres que me siente en tus piernas? - inquiere, con tono coqueto. - Por mí no hay problema, que yo~
- No, está bien. - responde, las mejillas tornándose de un suave color rosa que termina ocultando cuando aparta el rostro. Su mente no había dejado de repetir una y otra vez la escena en el cumpleaños de Rubén, y se empezaba a sentir culpable, su novio no era solamente... eso, y quizás él le estaba dando demasiada importancia; después de todo, no habían compartido otra escena así desde entonces, ninguno había hablado del tema, tampoco.
El autobús empezó su viaje, ambos entrenadores estaban sentados en los asientos delanteros, charlando, el equipo de básquetbol se había acomodado en un lado del bus, el de natación del otro lado, excepto por Rubén y Samuel, que ya se habían acurrucado -como podían- en un par de asientos contiguos. Se habían puesto cada uno un audífono, y el teléfono de Rubén estaba reproduciendo música tranquila, el sueño estaba empezando a llegar hasta el mayor.
- Por favor... - pide Samuel en un susurro. - si me quedo dormido, no vayas a sacarme fotos.
Entonces acomoda su cabeza sobre el hombro del menor, quien asiente quedamente, pero saca su teléfono cuando imagina que el mayor se queda dormido. Sabía que Samuel no había dormido bien aquellos días, estaba muy ocupado estudiando o trabajando, siempre era así.
Puso la cámara frontal y enfocó al mayor, grabó un corto video de él, de la forma tan linda en como su cabeza encajaba en aquel lugar, y como su respiración ahora era silbante y silenciosa, como las pestañas negras resaltaban en su mejilla, y sonrió. Escribió un corto texto antes de subir la historia: "Que lo grabe mientras duerme, dice".
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Highschool cliché • Rubegetta • (HSC)
FanfictionRubén Doblas era un desastre, siempre lo había sido. Un caso imposible para absolutamente todos los maestros y estudiantes que convivían con él. Así que le asignaron un tutor para que fuese capaz de ayudarlo.