La segunda noche que pasó en el hospital le hizo prometer a Samuel que se iría apenas se quedara dormido, discutieron un buen rato por ello, hasta que el mayor de ambos se resignó.
Su nana iba a quedarse a cuidarlo aquella noche, y sería ella quien, al día siguiente, lo llevara de vuelta a casa, a él y a la pila de medicamentos que ya le habían recetado.
Estaban recostados en la cama, charlando sobre banalidades, cuando Rubén empezó a bostezar.
- Ya vete, subnormal. - pidió, pero el pelinegro no se movió de su posición a su lado.
- Dijiste que me fuera cuando ya estuvieses dormido. - murmuró, habían apagado la televisión en algún momento mientras la noche se hacía presente.
El peliblanco pudo haberse quejado, pero estaba muy cansado, así que se limitó a acurrucarse junto al pecho de Samuel, cerrando los ojos.
La mano del mayor se había ubicado en su cabeza, y le dedicaba suaves caricias, Rubén recordaba con pesar aquella noche que parecía un sueño, en la que sus padres lo habían acompañado, y quiso ponerse a llorar; no lo hizo.
"Canta..." quiso pedir, pero aún estando tan cansado, no se sintió lo suficientemente valiente como para hacerlo.
Sin embargo Samuel lo hizo, con voz bajita y dulce, Rubén no reconocía la canción, y tampoco sabía hablar muy bien inglés, pero le gustaba pensar que entendía lo que su novio le cantaba, al menos, la parte que escuchó antes de quedarse dormido.
"Tell me things you never said out loud..." había empezado, con voz tan bajita que apenas había sido capaz de oírle. "Just try and go there if you can... show me the parts of you you're not that proud of..."
Le había plantado un beso en el cabello, suave y corto, pero había dejado la boca allí, antes de continuar cantando en un susurro. "I wanna know I'm just a man..."
Se había quedado dormido un momento y despertó con un sobresalto, pensando que Samuel se había ido, pero lo escuchó canturrear un último verso.
"Well, I don't mind while you're with me..."
* * *
Le habían dado de alta, y justo como lo esperó, tenía un estricto horario de medicamentos y una estricta dieta que debía seguir al pie de la letra; así que nana, y Frank, iban a mudarse a su casa para poder mantener a Rubén bajo control.
Rubén no quería ir a terapia nuevamente, prefería hacer cualquier cosa excepto eso, pero era algo que tenía que hacer. Solo.
Samuel lo llamaba cada vez que terminaba una sesión y le decía que todo iba a ir bien, se decían un par de palabras dulces a través del teléfono y cada uno seguía con su día.
Los padres de Rubén al final no se habían enterado del "incidente", puesto que el peliblanco había decidido que era mejor así. Comía poco, pero justo lo necesario para empezar a ganar peso paulatinamente.
Su nana se había echado a llorar en cuanto lo había visto sin camiseta, no había adelgazado tanto como la vez anterior, pero su cuerpo había cambiado... vaya que sí.
* * *
- Estoy saliendo con alguien. - suelta de pronto el peliblanco, la mujer sentada en una silla a un lado de la mesa tose, casi ahogándose con su bebida.
- Hva sa du? (¿Qué dijiste?) - inquiere, aun con la voz algo inestable; la mujer lo sabía, estaba bastante segura, pero no esperaba que su hijo lo soltara así, de la nada.
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Highschool cliché • Rubegetta • (HSC)
FanfictionRubén Doblas era un desastre, siempre lo había sido. Un caso imposible para absolutamente todos los maestros y estudiantes que convivían con él. Así que le asignaron un tutor para que fuese capaz de ayudarlo.