Highschool cliché • Rubegetta • (HSC)

treinta: cine

Disclaimer!

La anorexia es un trastorno de origen neurótico que se caracteriza por un rechazo sistemático de los alimentos y que se observa generalmente en personas jóvenes; suele ir acompañado de vómitos provocados y adelgazamiento extremo.

Este trastorno no debe ser tomado a la ligera, y como autora de este fanfic pido toda la madurez posible cuando se mencione este tema.

Gracias por leer.

~ all the love, me

>♡<

No podía dormirse, aún cuando estaba tan cansado, se puso de pie, el pantalón viejo que se había puesto para dormir le colgaba de la cintura cuando se levantó.

Caminó entre la oscuridad y llegó al baño anexado a su habitación, encendió la luz, que lo encandiló por un momento, y entonces se miró al espejo.

El cabello blanco, ya crecido,  empezaba a mostrar el color castaño. Miró su rostro, el fantasma de las ojeras seguía allí, aún cuando había empezado a dormir más temprano, y miró sus delgados labios.

Luego siguió por la pálida piel del cuello, y los lunares repartidos por sus clavículas, como si fuesen gotas de pintura derramadas a propósito.

Y entonces se miró el pecho, pasando rápidamente al resto de su cuerpo que era visible en el espejo.

Miró su abdomen, practica-literal-mente plano, y lo observó un par de segundos antes de que un pensamiento surcara sus pensamientos.

"Estoy engordando..."

Agitó la cabeza suavemente. No, su peso era común; era el que debía tener, incluso se sentía mucho mejor ahora que había recuperado carne en los huesos. Sentía que tenía más energía y~

Quizás por eso todos murmuraban cosas sobre él y Samuel en el pasillo, quizás porque estaba engordando, porque su rostro -repentinamente- lucía demasiado abultado, justo igual que su abdomen.

Quizás si volvía a adelgazar... quizás si bajaba todo el peso que había adquirido... entonces nadie diría nada, entonces todos pensarían que estaba bien si ambos salían juntos.

No... Rubén se miró al espejo, los ojos se le habían llenado de lágrimas, y veía su reflejo borroso.

"Has estado comiendo de más..." susurró una voz dentro de su mente que sonaba como la de su madre, pero no era ella, no.

Y entonces las lágrimas le desbordaron los ojos, resbalaron por sus mejillas, y cayeron por su barbilla.

Sabía lo que estaba a punto de pasar, y estaba asustado... asustado y enojado, consigo mismo, el estómago se le contrajo con dolorosa presión.

Entonces se arrodilló junto al retrete, y se llevó dos dedos temblorosos a la boca, mientras seguía llorando.

* * *

Rubén aún no se acostumbraba a la forma en que Samuel lo besaba con tanta suavidad cuando estaban en público, el cúmulo de emociones que le recorría el cuerpo entero no era ni medio normal.

Lo único que se sentía capaz de hacer, además de devolverle el beso, era aferrarse a sus hombros, o a sus muñecas, como lo hacía ahora mismo, mientras Samuel le acunaba el rostro entre las manos.