veintisiete: piscina

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El agua estaba helada, pero la única preocupación que el pelinegro tenía era aquella idea que le llevaba rondando la cabeza desde hacía casi un mes.

El mismo mes que había estado saliendo con Rubius, que compartían besos esporádicos, y se escapaban durante los descansos para comer juntos en algún lugar lejos de todo el mundo... pero, ¿eso qué significaba? ¿Eran solo amigos? ¿O... novios?

Ninguno de los dos había tocado el tema, pero si Samuel iba a presentarle alguien a su madre, entonces tendrían que... formalizar las cosas.

La idea lo emocionaba, finalmente podría decir: "Este es mi novio, Rubén."

Aun tenía que pensar en como iba a decírselo, y cuando, no estaba seguro de si al peliblanco le gustaría algo cursi como en las películas o algo muy sencillo, pero quería hacerlo pronto, de eso estaba seguro.

Se detuvo finalmente, y miró al peliblanco sentado sobre un toalla algo alejado de él, Samuel se quitó los goggles para poder mirarlo, aun tenía la respiración errática por el ejercicio, pero le sonrió.

- ¿Qué haces, tontito? - inquiere, ladeando la cabeza, Rubius sonríe, mirando la pantalla de su teléfono. 

- Grabándote. - responde con simpleza. - Joder, si que sales guapo... - susurra, mirando el vídeo. - que hijo de puta.

- La boca, Doblas... - dice, el menor lo mira con los ojos entrecerrados.

- Me desperté muy temprano para venir contigo, subnormal, puedo insultar tanto como se me venga en gana. - se queja, se pone de pie y camina hasta detenerse frente a él, poniéndose en anclillas para mostrarle el video. - ¿Qué tal? Verdad que está bast~ ¡la puta madre!

Ambos miran como el aparato se sumerge en el agua, aún reproduciendo el vídeo de Samuel, quien se echa a reír a carcajadas, cuando siente como el menor le golpea el hombro desnudo, una y otra vez con desesperación.

- ¡Ve y tómalo, subnormal! - chilla.

- Pero, chico, si es a prueba de agua. - tranquiliza, entonces el menor asiente quedamente.

- Ah, si... lo había olvidado. - susurra, Samuel se pone los goggles nuevamente, y toma una bocanada de aire antes de sumergirse.

Rubén lo mira, poniendo ambas manos sobre el borde de la piscina, y mirando hacia abajo, apenas es capaz de divisar la figura del mayor moviéndose en mitad del agua, no sabía que tan profunda era la piscina, pero si Samuel era capaz de hacer un clavado perfecto sin siquiera tener miedo de lastimarse, entonces debía ser bastante profunda. 

Aunque ya tendría que haber salido, ¿verdad? El pelinegro era casi un nadador profesional, y lo único que debía hacer era sumergirse y salir, entonces: ¿por qué no había salido ya?

- De Luque, - llama Rubén desde su posición. - ya sal, subnormal. - insiste, esperando que pudiera oírlo. - Si estás tratando de hacerte el gracioso; me he meado de la risa, así que sube, anda, te va a dar una hipotermia o alguna mierda de esas.

Rubén se estaba preocupando enserio, recordó aquella vez en que estaba en la piscina y había visto como un hombre casi se ahogaba después de que le diera un calambre. Se llevó una mano a la boca, empezando a morder una de sus uñas, y ni siquiera lo pensó, solamente sabia que no quería que nada malo le pasara al imbécil de Samuel; así que saltó, no podía abrir los ojos bien, el cloro en el agua se lo impedía, pero mientras braceaba en el agua helada, sintió otro movimiento, y después pegado un cuerpo pegado al suyo.

El aire le empezaba a faltar, así que movió las piernas para impulsarse hacia afuera, tirando del brazo de la otra persona bajo el agua; ambos chicos salieron, respirando pesadamente, Samuel mantenía el teléfono en la mano que no estaba sujetando la de Rubius, que se aferraba a él con fuerza.

Highschool cliché • Rubegetta • (HSC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora