siete: fiesta

6.6K 999 836
                                    

- No, no voy. - se niega el azabache, los otros tres chicos entornan los ojos, Fargan se le acerca, para abrazarlo por los hombros.

- Escúchame, Samuel, tienes que ir; esta será una de las noches que recordarás por el resto de tu vida, ¿y te la piensas perder? - inquiere Fargan, el azabache está a punto de responder cuando su amigo continúa. - Yo no lo creo: iremos, bailaremos un rato, beberemos un par de b y cuando necesites irte, yo te llevo hasta la puerta de tu casa, ¿trato?

Samuel tenía trabajo al día siguiente, pero en el fondo si quería ir a la fiesta, nunca había asistido a una, no tenía tiempo ni oportunidades, y si Fargan iba a dejarlo a su casa...

- Hasta la una de la mañana. - dice, y Fargan lo presiona más contra su lado.

- Verás que no te vas a arrepentir.

(***)

Samuel se arrepintió tras la primera hora y media que había estado allí, todos bailaban y bebían como si no lo hubiesen hecho en años, mientras él seguía teniendo la botella de agua que había comprado cuando pararon en un minimarket.

Como era una novedad que el presidente del consejo estudiantil se hubiese presentado a una fiesta, todo el mundo quería su atención, lo tironeaban de un lado hacia el otro, lo invitaron a bailar con un grupo de chicos que eran dos años menores a él, le habían ofrecido una increíble cantidad de bebidas extrañas, y entre tanto movimiento había perdido a Akira y Willy; al azabache no le molestaba del todo aquello, ya que ambos habían estado discutiendo desde que se habían vuelto a encontrar en la fiesta.

- Vegetta, - saluda alguien a sus espaldas, y el azabache se gira para encontrarse con Alexby, con una bolsa de patatas fritas que casi le cubría todo el tórax. - estás muy solo.

- Y tú... muy ebrio. - acusa, el menor se ríe, y a Samuel le parece demasiado adorable como lo hace. - ¿"Vegetta"? - cuestiona, frunciendo el ceño.

- Te pega ese apodo. - responde con obviedad, hunde la mano en la bolsa y se lleva un puñado de frituras a la boca.

- ¡Alesby! - Fargan llega hasta ellos, luciendo algo agitado, el menor se gira hasta él, con ceño fruncido.

- Ya te dije que soy Lely... - se queja, con un puchero, Fargan sonríe con dulzura y asiente.

- Claro, claro; Lely, ¿podrías dejar de escabullirte por ahí?

- Yo no me escabul~ - levanta la mirada en dirección a un grupo de chicos sentados en la esquina del salón y empuja las frituras contra el pecho de Samuel. - ¡Quiero jugar a eso!

Alex era bastante pequeño, así que le era bastante fácil correr entre los adolescentes que bailaban y charlaban, y eso fue lo que hizo, Fargan bufa antes de salir corriendo tras él.

Samuel se queda solo de nuevo, de pie en mitad de adolescentes que bailan, camina hacia afuera, en dirección al patio trasero, había una piscina y todos se movían o charlaban alrededor de ella, el azabache camina entre todos ellos y descubre una pequeña zona que no ha sido ocupada, apenas está iluminada con luces que cuelgan sobre su cabeza, y se sienta en el pequeño sofá allí, comiendo frituras.

(***)

- Hola, ¿se divierten? - inquiere el peliblanco, con una botella en la mano, el grupo de chicos lo saludan y asienten, riendo, ebrios.

Rubius camina entre la gente, deteniéndose a saludar o bailar un momento; estaba feliz, de hecho, su equipo había ganado y era él quien había hecho muchos de los puntos. Ahora buscaba a Nieves, quería hablar con ella, pero no lograba encontrarla, hasta que:

Highschool cliché • Rubegetta • (HSC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora