Capítulo Siete - Esto es el infierno

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Pov. Jackson Wang

Comencé a buscar por todas partes y cuando me iba a rendir escuché que iba a comenzar a el show de inauguración, quizás ahí podría encontrarlo, cuando pregunté sobre el itinerario no había ningún rastro de que alguna persona de esta escuela tocara piano. Porqué? de nuevo?, es tan difícil encontrar una persona en este lugar?, Dios.

Pregunte varias veces pero los profesores me decían que dejara de preguntar de algo tan estúpido, ustedes son los estúpidos maldita sea.

La profesora me estaba llamando desde el pasillo, no sabía si acercarme o no, aunque soy consciente de que ella era la única pista que tengo para encontrar a Sei, que no lo he visto como por dos horas. Cómo se me pudo perder de nuevo, detesto este lugar, no encuentro a nadie y solo me sigo perdiendo que frustrante.

-Sé a quién estás buscando, no la vas a encontrar preguntando a los demás, solo hacen como si ella no existiera y no quiero que nadie le haga daño, es como una hija para mí- suspiró

-Quiero ganar-, quejas, -Hablamos de la persona que toca el piano? es una mujer?- respondí.

-Es exactamente la misma chica que viste en la mañana, ante todo me presento soy la profesora de música Ayasaki Lua, y si quieres escucharla tocar ven conmigo-.

Se volteó, y aunque estaba confundido la seguí sin pensarlo, fuimos al mismo salón y ahí pude ver a Sei tratando de hacer sonreír a la chica, aunque ella estaba todavía manteniendo un poco de distancia. Muy ridículo de parte de Sei, aunque es raro, pensándolo bien nos hubiéramos graduado en la escuela en dónde estábamos antes.

-Sei, te estaba buscando-, dije al pasar al salón.

-He estado aquí todo el tiempo, no seas tan dramático- me respondió sin pensarlo dos veces.

-Emma, no sé si aceptes la idea pero el chico que está acá conmigo quisiera que lo escuches tocar el piano y también quisiera pedirte que toques alguna pieza, podrías?-.

Ella solo asintió, y sonrió hacia Sei, quien parece que se olvidó como respirar, por lo rojo que se veía literal.

Me acerqué al piano, Dios, tengo un pánico terrible, por el estrés que acumulé hoy día?, nunca me había sentido así, porque me siento tan juzgado en estos momentos, vamos Jackson no olvides quién eres, al menos no ahora... quien soy?.

Cuando me senté y comencé a tocar el piano, lo hice sin perder mi concentración pero la canción que me ha asignado la maestra era muy difícil, la sé de memoria pero no la he podido tocar nunca correctamente y justo cuando pensé que lo había logrado cometí varios errores y me quedé helado cuando me di cuenta que perdí el ritmo, porque ahora maldita sea, detesto mi mente en estos momentos.

-Yo... no sé como seguir-, era tan amargo admitir esto.

-Sabes que cometiste demasiados errores, no?- dijo la maestra, solo asentí.

Era el turno de ella, es imposible que toque toda la canción sin cometer un mínimo error, verdad?.

Entonces se levantó de donde estaba y se sentó a tocar el piano, yo me había alejado un poco, para poder verla correctamente pero cuando comenzó a tocar me distraje completamente. 

En serio está tocando la misma canción que yo?, se escucha tan diferente, tan delicado, es como si fuera otra melodía, no sentí el tiempo y ya había terminado de tocar... ella de verdad no cometió ningún error, no fui yo el que fallo, mi mente me jugó una mala pasada, yo no puedo perder, no fui yo quien perdió, yo no.

-Si tanto sabes de música ya te habrás dado cuenta quien tocó mejor, verdad?-, sonrió la maestra.

-Jackson ha perdido, no puedo creerlo-, Sei, cállate imbecil.

Enserio he perdido? de esta manera tan humillante?, yo me he esforzado para llegar hasta acá, porque fallé?, que mierda he hecho mal?, de verdad me esforcé lo suficiente como para merecer mi lugar, cuál es mi lugar?, PORQUE AHORA MENTE, DETESTO SENTIRME ASÍ Y MUCHO MÁS EN UN MOMENTO EN DONDE DEBO CONCENTRARME.

Cuando nos dimos cuenta era tarde ya estaba acabando el evento era hora de irnos a casa, estuve en blanco hasta cuando me llamaron al teléfono, ya nos estaban esperando afuera con el chófer para irnos, le dije a Sei y solo me di la vuelta a la salida antes de eso pude ver como él le susurró algo al oído y la desconocida se rió, se despidió de lejos.

Cuando ella me miró a los ojos solo pude sentir rencor, yo no pude haber perdido, no. Apenas sentí que cruzamos miradas caminé hacia delante sin voltear, no quiero verte extraña, me duele el ego.

Fue Un Placer ConocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora