Pov. Emma Hayashi
Ya es mi último año, tengo miedo de que haré después de que esto acabe, una de las miles de razones de porque tengo varias trabajos de medio tiempo es para juntar dinero, tener escapatoria, también para pagar mi matricula y pensiones de donde estudio, no quiero que mi madre me mate, tampoco quiero matarme por mi madre, no quiero vivir en la calle, solo quiero tocar el piano y transmitir el sentimiento que siempre quiso transmitir mi padre, y mi hermano, que en paz descansen.
Aunque mientras más lo pienso, menos sé que en verdad quiero hacer.
-Mocosa, no te dije que tuvieras el desayuno listo para cuando me levantara?-, arrastrándome de mi cabello gritó mi madre.
-Está listo, te juro que esta listo, suéltame por favor tengo que ir a clases, mamá por favor-.
-Que no me llames mamá, te hubieras muerto hace tiempo, eres la causante de la muerte de Nazu y Jae, porque mierda no te moriste también-.
-CÁLLATE MALDITA SEA QUE NO VES QUE HACES DEMASIADA BULLA-, el señor que vino ayer con ella, lanzando una botella semi rota, que rozó mi mejilla, cortándola, al menos la superficie.
-Argh perdón-, dijo tirándome al piso y levantándome del cabello de nuevo.
-Eres tan cruel conmigo-.
-Dios ni siquiera siento que seas mi sangre, me da asco el solo escuchándote llamarme madre-, perdón.
Antes de darme cuenta, ella me había golpeado con aquella escoba en los brazos, sabe perfectamente que me gusta tocar el piano, así que lastima demasiado mis brazos para no poder tocarlo nunca más, no creo que a este nivel pueda detenerme destruyendo mis huesos, también dijo que una escoria como yo debería arrastrarse y simplemente morir.
Salí corriendo de casa.
Los profesores me han preguntado varias veces el porque uso vendas en los brazos a veces humedecidas, muchas veces trate de evadir preguntas por miedo, quizás mi error fue callarme por tanto tiempo, si me golpea más por decir algo que no debía?, cuando quise hablar con ellos y poder contarles lo que pasaba en algún momento se preocuparon por mí, hasta que vino mi madre y les dijo que tenía problemas mentales, que yo me lesionaba, que yo me hacía daño, que yo era la del problema no ella.
Desde ese momento se crearon rumores sobre mí, todos los profesores me miran como si estuviera loca, no pueden ni escucharme media palabra sin mostrar una mueca de desagrado, me ignoran por mas que grite por ayuda, y si eso no fuera suficiente, los estudiantes que dicen ser mis compañeros me miran con asco, aunque siempre me esfuerzo mucho por demostrar lo contrario y siempre quiera estudiar, nunca me han dejado demostrar lo contrario de alguna manera, soy excluida técnicamente de todo, estaba desesperada por ser escuchada, por ser comprendida, pero ahora solo quiero vivir en silencio pero vivir quizás, no quiero terminar la escuela, a donde iré?, que haré?, que excusa usaré para salir de casa?.
-Sueno muy deprimente-, estaba caminando a la escuela.
Mientras caminaba veía varios grupos pequeños de estudiantes hablando, riendo.
-Porque yo no merezco eso, perdón-, porque me disculpo?, conmigo?.
Suspiré quejándome y seguí caminando a la escuela.
...
Siempre estoy en la sala de música, tengo permiso de la profesora Ayasaki, es muy especial para mí, como tener cariño de una mamá, es muy agradable, me cuida y trata que cuide mi salud, me da clases particulares y suelo pasar tiempo con ella en su hogar, aunque siempre la critiquen por dejarme estar en ese salón ella me defiende, pero desgraciadamente está a punto del despido, estoy segura que es mi culpa, lo lamento tanto.
Espero este año poder verla, estoy llegando a la escuela.
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Fue Un Placer Conocerte
Fiksi Remaja"Supongo que el amor y la felicidad son difíciles de tener, ¿verdad?". La historia de jóvenes que aprendían a vivir de diferente manera, siendo cada uno la salvación del otro, una manera diferente de ver el mundo. Parejas, amistados, enemigos, amor...